Aspecto que presenta el embalse de La Viñuela A. Peláez

El tropical malagueño clama agua en el desierto

El Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía ve insostenible el crecimiento de los cultivos y advierte de un futuro incierto

Lunes, 19 de octubre 2020, 00:57

El sector tropical se ha convertido en un pilar importante de la agricultura malagueña, tanto por la generación de riqueza como por la creación ... de empleo. La implantación de grandes empresas comercializadoras, sobre todo en la Axarquía, hace que Málaga sea líder en las exportaciones andaluzas de subtropicales. Para empresas como Trops, «la Axarquía vive gracias al tropical». La malagueña es la provincia con mayor producción de mango y aguacate, aunque ya está habiendo otras provincias andaluzas y españolas, que no tienen problemas de falta de agua, que están apostando por producir ambas frutas.

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Por ello, los agricultores, sobre todo en la Axarquía, que es la comarca que más superficie de cultivo de subtropicales concentra, llevan años demandando infraestructuras que les permitan garantizar el agua para regar sus explotaciones, sin que hasta la fecha se hayan acometido las infraestructuras históricas necesarias, ya no sólo para evitar los efectos de la sequía, sino incluso para permitir su crecimiento.

El problema es que la comarca vuelve a estar afectada por una nueva sequía que ha dejado sus reservas hídricas en una preocupante situación. El sistema de La Viñuela-Axarquía es el único de la provincia en situación de alerta, ya que está por debajo de los 46 hectómetros cúbicos, el 27% de su capacidad, para afrontar el nuevo año hidrológico (del 1 de octubre de 2020 al 30 de septiembre de 2021). De ahí que los productores no descarten restricciones, como ya sucediera en el anterior ciclo hidrológico.

Colectivos como la Asociación Española de Tropicales o Asaja Málaga han lamentado que no se haya actuado para evitar esta situación y que todavía se estén reclamando las mismas obras como son la ampliación del embalse de la Concepción o la interconexión de la cuencas para evitar la pérdida de los excedentes, entre otras.

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Según Javier Braun, presidente de la Asociación de Tropicales, el sector está creando mucha riqueza, pero si no se actúa «nos tendremos que ir todos al paro». «Si no se hacen obras para traer agua, lo único que podemos hacer es esperar a que llueva. Estamos muy desilusionados porque ninguna administración piensa más allá de los cuatro años de la legislatura», lamenta Braun.

Desde Asaja Málaga, su especialista en tropicales, Benjamín Faulí, se queja de que la comarca de la Axarquía esté igual que hace un año en cuanto a infraestructuras hídricas, «aunque con menos agua». El presidente de Trops, José Lorca, también es rotundo al afirmar que «sin agua no habrá ni mangos ni aguacates ni Trops».

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La falta de agua para riego ha llevado a la Junta a aprobar una concesión provisional por dos años a una comunidad de regantes para que pueda usar las aguas regeneradas de la EDAR de Vélez.

La empresa de aguas de la Mancomunidad Oriental, Axaragua, y Trops, hacen hincapié en que, con el equipamiento adecuado, las estaciones depuradoras de la Axarquía podrían suministrar hasta 15 hm3 al año de agua regenerada para regar los tropicales, lo que representa las tres cuartas parte de la dotación actual para la zona regable del Plan Guaro, situada por debajo de la cota 140 (unos 22 hm3).

El delegado territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Fernando Fernández Tapia-Ruano, reconocía recientemente en el análisis del nuevo año hidrológico 2020-21 que en la Axarquía la situación es «preocupante», aunque ha aclarado que la Junta está muy atenta a la evolución del sistema para garantizar el abastecimiento humano de la comarca y el regadío, que en la Costa del Sol oriental cuenta con 9.000 hectáreas de subtropicales.

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Para Fernández Tapia-Ruano, el sector agroalimentario de la comarca «no puede estar permanentemente mirando al cielo, por lo que tenemos que cuidarlo y mimarlo». En este sentido, mencionó los tres pozos que la Junta ha realizado en el río Chíllar para aportar 5 hectómetros cúbicos anuales al sistema, aunque estos sólo se podrán usar en caso de sequía severa para abastecimiento.

Ante este panorama cada vez son más quienes se preguntan hasta cuándo la Axarquía podrá soportar la demanda de agua de un sector como el tropical que no deja de crecer en superficie ante los reiterados episodios de sequía que está sufriendo la comarca.

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El Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía (GENA), que ya denunció en 2016 lo que calificó como «burbuja del subtropical», ha estudiado durante cuatro años la problemática de la falta de agua para la agricultura en la comarca, investigación que ha salido a la luz en forma de libro: 'La burbuja de los cultivos subtropicales y el colapso hídrico de la Axarquía'. Con este trabajo el colectivo advierte de que los cultivos tropicales están llevando a la comarca al «colapso hídrico» debido al gran crecimiento que han experimentado estos cultivos.

Utilizando datos de 2017, Gena concluye que, sumando todos los usos actuales (regadíos, abastecimiento, ganaderos y golf), el consumo de agua de la comarca alcanza los 100,58 hm3 al año, de los cuales 64,7 fueron a los cultivos subtropicales. Teniendo en cuenta que la dotación de agua prevista en el Plan Hidrológico es de 86,15 hectómetros cúbicos, eso significa un exceso de consumo en 14,43 hm3. Por este motivo, el Gabinete habla ya de «colapso hídrico». «Estamos a las puertas de un colapso hídrico de graves consecuencias tanto para la población como para los propios agricultores de la zona», asegura el coordinador de Gena, Rafael Yus.

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Mediante técnicas de fotogrametría, los autores del libro han conseguido calcular la superficie regada en la comarca, que estiman en 12.989,96 hectáreas, «aunque es muy probable que haya crecido, ya que han pasado tres años», aclara Yus. De esta superficie, 9.881,54 hectáreas son de subtropicales -6.383,83 de aguacate y 3.497,71 de mango- y las 3.108,43 restantes corresponden a cítricos, invernaderos, hortícolas y frutas de hueso. Dentro de la cota 140 de la zona regable del plan Guaro, que es la que se riega con agua del embalse, Gena dice que existen 7.677,34 hectáreas.

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