El ingenio de Nuestra Señora del Carmen se ubica en el palacio de los Condes de Frigiliana, un inmueble construido por la familia Manrique de Lara a finales del siglo XVI, y que en 1720 fue adaptado para la fabricación de miel de ... caña. Produce al año más de 520.000 kilos de miel de caña de azúcar. Hasta 1928 era conocido como ingenio de San Raimundo. A partir de ese año y tras se adquirida por la familia De la Torre pasó a denominarse Ingenio Nuestra Señora del Carmen. La fábrica experimentó una importante modernización en 1962. Precisamente, son de ese año las máquinas que se conservan en el ingenio. Fueron diseñadas por Sistema Díaz De la Torre y fabricadas por los talleres Díaz, una fundición de Vélez-Málaga, según explica el directo de la fábrica Francisco López, que asegura que el proceso de elaboración de la miel de caña sigue siendo el mismo desde 1720. «La desforestación causada por la industria azucarera en la provincia desembocó en la incorporación a los ingenios de los concentradores de vacío, que permitían hervir el jugo con un menor gasto energético. Para cocinar el zumo de la caña de azúcar se utilizaba leña», según López.
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Una vez cortada y transportada la caña hasta el ingenio, esta es introducida en los molinos, que son los que se encargan de extraer el jugo. La fábrica de Frigiliana está dotada de tres molinos en línea. Una vez que se extrae el jugo y es separado del bagazo -son los restos de caña-. Este material puede ser utilizado como biomasa y para elaborar papel.
El jugo es sometido a un primer filtrado y conducido hasta la sala de cocinado en «pailas», unas especie de grandes ollas de doble fondo, en las que el jugo es calendado al vapor durante aproximadamente una hora para retirarle parte del agua que contiene. Después pasan por un nuevo filtrado para iniciar la fase de concentración, para el que se utiliza un serpentín más potente al vacío hasta que el producto tiene la densidad deseada. El siguiente paso es el envasado.
La fábrica de Frigiliana conserva numerosa documentación histórica e incluso antiguos envases que hoy conforma su particular museo. El envase más antiguo que se conserva es uno de vídrio de 1955 en el que están dibujadas incluso las cañas de azúcar.
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