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La pertinaz sequía que azota la Axarquía mantiene en jaque al sector de los subtropicales, que ve con resignación que si las lluvias no son generosas este próximo otoño e invierno podría producirse una auténtica hecatombe de la práctica totalidad de la superficie cultivada, ... especialmente de aguacates, un cultivo que demanda mucha más agua que el mango.
De hecho, la cosecha de esta fruta, originaria de la India, pero extendida por todo el planeta, acaba de comenzar en los últimos días de agosto con unas magníficas perspectivas. Las organizaciones agrarias y comercializadoras consultadas por SUR vaticinan un aumento del 28% en la producción del mango entre la Axarquía y la Costa Tropical de Granada, que acaparan la práctica totalidad de la superficie cultivada de mangos en España, con respecto a la del pasado año, cuando se alcanzaron las 25.000 toneladas, con una facturación de 31,37 millones.
Así, estiman que en esta campaña, que se prolongará hasta noviembre, se alcanzarán las 32.000 toneladas, una cifra muy similar al anterior récord, que se registró en 2018. Trops es responsable de la producción y venta del 55 % de esta cifra. Este año prevén alcanzar 18.000 toneladas de fruta comercializada. Esta cifra supone un 30% más que el pasado año, según explica el gerente de la compañía con sede en Vélez-Málaga, Enrique Colilles.
La sequía no provocará, por tanto, una merma en la producción del mango como si se vaticina para el aguacate, especialmente en la zona del valle del río Vélez, ya que son muchos los agricultores que se han quedado ya sin agua para regar sus fincas, y están optando por talar los árboles y sustituirlos en un futuro por mangos, que necesitan menos de la mitad de recursos hídricos que los aguacates.
«Hay un problema grave en toda la zona del valle del río Vélez, nuestros socios lo están pasando realmente mal, muchos van a tener problemas muy serios si no llueve en el otoño», sostiene Colilles, quien insiste en demandar a las administraciones públicas «soluciones urgentes» para paliar el déficit hídrico. Entre las propuestas en las que están trabajando desde Trops está la posibilidad de construir una o varias desaladoras, de tamaño mediano, de la mano de la iniciativa público-privada, con capacidad para hasta 40 hectómetros cúbicos, con un precio inferior a las aguas regeneradas, «lo que sería una solución», dice. «Es una obra totalmente necesaria y fundamental», añade.
Trops exporta el 70 % de los mangos a más de 25 países, principalmente de la Unión Europa (Francia, Alemania y Reino Unido, sobre todo). Para ello gestiona una red formada por más de 3.000 agricultores y cuenta con centros de recolección desde la Comunidad Valenciana hasta el Algarve portugués, aunque el grueso de la producción está en la Axarquía y la Costa Tropical de Granada.
Por su parte, Sigfrido Fruits prevé comercializar unas 700 toneladas, frente a las 300 del pasado año. «Hemos tenido la suerte de que no ha hecho grandes terrales, que suelen dañarla mucho. Esta campaña entran en producción nuevas plantaciones, porque cada vez más agricultores están apostando por el mango en lugar de por el aguacate, ya que requiere de mucha menos agua para sacar adelante las fincas. En cuanto a los precios al agricultor, hemos empezado pagando a 1,1 euros el kilo de los calibres comerciales, a partir de los 350 gramos la pieza«, explica su gerente, Sigfrido Molina.
Las primeras variedades que se han recolectado son las que se cultivan en invernadero. Posteriormente, continúan con la variedad Tommy Atkins, considerada la más temprana de todas las que se siembran al aire libre. Después le seguirá el Osteen, que es la variedad mayoritaria en la provincia. Le seguirán posteriormente las variedades Kent y Keitt, consideradas tardías. Los meses fuertes de la cosecha son septiembre y octubre.
El consumidor europeo suele distinguir el mango español del procedente de otros países porque la mayoría de los comercializadores no lo lavan, lo que hace que la fruta presente una película blanquecina en su corteza. Por su parte, cabe recordar que investigadores del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea (IHSM) La Mayora, con sedes en la capital malagueña y Algarrobo, llevan años defendiendo diversificar las variedades y no centrar el cultivo en una sola variedad como sucede actualmente con Osteen. El centro de investigación malagueño considera que la introducción de nuevas variedades alargaría más la campaña.
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