Las lluvias dan un fuerte impulso y riegan de optimismo al campo y la ganadería malagueña

El presidente de Asaja Málaga, Baldomero Bellido, valoró de manera «muy positiva» estas lluvias porque resultan «beneficiosas» para el sector ya que aportan agua sin generar daños de consideración. «No podemos estar más contentos los agricultores y ganaderos con estas lluvia», destacó el secretario general de UPA en la provincia, Francisco Moscoso, mientras que su homólogo de Coag, Antonio Rodríguez, incidió en que hasta el momento el balance es «buenísimo, muy positivo».

Unas precipitaciones que benefician a los diferentes sectores productivos: los leñosos (olivar, cítricos, almendros y viñedos), el cereal, los subtropicales y a los productos hortofrutícolas. Asimismo, también tiene efectos favorables en materia medioambiental al aliviar la situación de pinos, castaños o alcornoques de las zonas de sierra que «estaban secándose», como recordó Rodríguez.

Y es que, siguiendo el refrán y aunque se esté en marzo, estas lluvias han venido 'como agua de mayo', para un sector que de manera constante está pendiente del cielo y en los últimos años venía sufriendo las duras consecuencias de la sequía. Además de aliviar la situación de estrés hídrico por la que está pasando el campo malagueño, estas precipitaciones están contribuyendo a recargar los acuíferos.

El reparo que ponen es que no está lloviendo de manera homogénea en los diferentes territorios provinciales ya que, por ejemplo, como recordó el responsable de Coag, mientras en la zona del Guadalhorce y Ardales se han medido hasta 450 litros por metro cuadrado, en la Axarquía –una de las comarcas más afectadas por la sequía– se han recogido en torno a los 160.

A este respecto, el presidente de Asaja expuso que el hecho de que la distribución de las lluvias no esté siendo uniforme en toda la provincia provoca desigualdades en la recuperación de los cultivos. «En el caso del olivar, estas precipitaciones representan una esperanza para la próxima cosecha, aunque su efecto real sólo podrá evaluarse tras el cuajado del fruto, previsto para mayo», expuso Baldomero Bellido, quien mostró su confianza en que se cumplan las previsiones meteorológicas que pronostican lluvia y «sigan beneficiando al campo malagueño sin causar problemas».

Respecto a los daños, las tres organizaciones consultadas por este periódico coincidieron en que las incidencias no ha sido de calado y se han limitado a algunas escorrentías puntuales, varios desbordamientos de arroyos y ríos que ha afectado levemente a zonas cultivables o destrozos en caminos que son de fácil arreglo.

En esta línea, Bellido volvió a a denunciar que a pesar de la «complicada» situación que afrontan muchos agricultores tras las dos DANAS del pasado otoño, aún no se han incluido nuevos municipios en los listados de zonas afectadas, ni se han implementado medidas para aliviar las dificultades del sector.

Por otro lado, los representantes de las organizaciones agrarias confiaron en que esta mejora de la situación hídrica de la provincia se traduzca en medidas más favorables para los agricultores y ganaderos a la hora de acceder a futuros riegos o la reducción de los costes de suministro de agua para las explotaciones ganaderas.

«Confiamos en que haya un abaratamiento de los costes de acceso al agua», subrayó Francisco Moscoso. Mientras que Baldomero Bellido expuso que aunque este año no será necesario solicitar un riego de socorro como el pasado año, en la próxima reunión del comité técnico de gestión de la sequía Asaja solicitará que el plan de riegos «contemple medidas más favorables para los agricultores, si no se han incluido ya».

Por su parte, Antonio Rodríguez hizo un llamamiento a no bajar la guardia sino a que se aproveche «esta balón de oxígeno» caído del cielo en forma de lluvia para que se aceleren las obras hidráulicas pendientes «para que cuando venga un nuevo ciclo de sequía estemos preparados par afrontar la situación con garantías».