Investigadores de La Mayora consiguen cultivar cacao por primera vez en Europa

Fue un monje del Cister Fray Jerónimo de Aguilar, que acompañó a Hernán Cortés en su viaje a México en 1534, el que envió el primer cacao junto con la receta al abad del Monasterio de Piedra en Zaragoza, Antonio de Álvaro. En menos de un siglo, la bebida que se elaboraba a partir de estos, el chocolate, se convirtió en la preferida de las cortes y la alta burguesía europea. Pero, pese al idilio de los europeos con el dulce, nunca nadie logró cultivar con éxito el cacao en el viejo continente. Hasta ahora.

El Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea (IHSM) 'La Mayora', un instituto mixto de investigación entre el CSIC y la Universidad de Málaga situado en la localidad axárquica de Algarrobo, está cultivando con éxito desde 2019 los árboles de cacao en invernadero. Tras tres años, en las últimas semanas han recogido la primera gran cosecha de vainas de cacao, de hasta cuatro variedades distintas.

En total, este año se han recogido unos cien kilos de vainas, de las que se extraen las semillas para, mediante un procedimiento complejo de fermentación y cocción, se elaboran el chocolate. El responsable del departamento de Fruticultura Subtropical del centro experimental, Iñaki Hormaza, explica que la idea surgió a partir de conversaciones con La despensa de Palacio, la única fábrica de chocolate que queda en Andalucía, localizada en la localidad sevillana de Estepa. Sus responsables tenían interés en producir también el cacao, para elaborar chocolates gourmet.

Hormaza y su equipo están cultivando unos 80 árboles de cacao en dos invernaderos, uno con calefacción y otro sin ella. El éxito de esta primera cosecha es que se ha conseguido no sólo en el invernadero calefactado, sino también en el que no tiene un sistema para mantener la temperatura por encima de los 15 grados, el umbral a partir del que los árboles empiezan a resentirse. «Se ha conseguido gracias al esfuerzo que hemos hecho para la polinización manual de las flores, con la técnico de laboratorio Ruth Aranda», cuenta el científico, quien detalla que también han conseguido que algunos frutos hayan cuajado con insectos polinizadores del invernadero. «Estamos estudiando cuáles son, porque aquí no tenemos los insectos del Amazonas», añade.

Hormaza está especialmente «orgulloso» de lo conseguido, porque hasta ahora las únicas experiencias de éxito en el cultivo de cacao en Europa se habían realizado en jardines botánicos con calefacción. «Ha habido bastantes intentos desde el siglo XVIII al aire libre y en invernaderos sin calefacción en Málaga pero no han funcionado hasta ahora, que lo hemos conseguido nosotros», asegura. Los responsables de la empresa estepeña ya tienen las vainas y tienen previsto elaborar los primeros chocolates a partir de enero.

Respecto a la posible viabilidad comercial de esta planta en la Axarquía, Hormaza se muestra cauto, debido a los requisitos de su cultivo en invernadero y la falta de insectos polinizadores. «En función de lo que pueda pagar el mercado se verá si es posible que sea rentable», apunta Hormaza. «Lo que puede ser es más ecológico porque se evita la huella de carbono del transporte, pero a corto plazo no lo veo como una cosa que se vaya a expandir muchísimo. Sería un mercado muy gourmet», apostilla el investigador malagueño.

En cualquier caso, de plantarse cacao a nivel comercial en la Axarquía estará todo bien estudiado. «Ha habido errores graves con algunas especies», reconoce el investigador. «Se han introducido variedades no adecuadas para nuestro clima y al cabo de unos años te das cuenta de que no son rentables», sostiene.

«Seguramente, quedan todavía varios años para que podamos disfrutar de un chocolate con semillas de cacao producidas en España pero los éxitos en la adaptación de otros cultivos procedentes de los trópicos, como el aguacate, el chirimoyo, el mango, la pitaya, el litchi, el longan, la carambola, el café y otros muchos que se cultivan a mayor o menor escala en las Islas Canarias y en el litoral Mediterráneo Andaluz, y algunos, como el aguacate, en clara expansión a otras regiones de la península, nos hacen ser optimistas», sostiene Hormaza.