La ganadería española pone freno a la contaminación

Las explotaciones del país logran una reducción del 10,6 % de las emisiones nacionales de amoniaco gracias a la mejora de las prácticas agrarias y al sistema informático denominado Ecogan, del MAPA

Jueves, 9 de mayo 2024, 02:00

No siempre se dan pasos gigantes, pero, en ocasiones, merece la pena que sean pequeños y firmes. El camino para frenar el cambio climático está lleno de gestas, como la que han conseguido en los últimos años los ganaderos del país, en una apuesta para ... reducir en la medida de lo posible las emisiones nocivas para el medio ambiente de sus distintas explotaciones.

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La transferencia de información que ofrece el sistema informático Ecogan, unido a las mejoras en prácticas de fertilización y en materia de alimentación animal, han permitido una reducción nacional del 10,6% de las emisiones de amoniaco con respecto a 2005, cuando la reducción establecida en la 'directiva de techos' se sitúa en un 3% para el período 2020-2030.

Gracias a ello, España no solo cumple por segundo año consecutivo con el compromiso de reducciones fijado en la citada directiva, sino que además logra una reducción tres veces superior a la exigida para el periodo 2020-2030, lo que demuestra el compromiso en la mejora de la sostenibilidad de los sectores ganaderos españoles.

Se ha conseguido una reducción tres veces superior a la exigida para el periodo 2020-2030

La directora general de Producciones y Mercados Agrarios, Ana Rodríguez Castaño, tras un encuentro con representantes de las comunidades autónomas y de los sectores ganaderos para presentarles los principales resultados obtenidos, mostró hace unos días su confianza en continuar con el avance en la reducción de emisiones nacionales de amoniaco.

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En este sentido, Rodríguez Castaño considera esencial impulsar aspectos como la actualización de los coeficientes de emisión en porcino blanco en base a los últimos avances científicos o la inclusión en el sistema Ecogan de las declaraciones de los sectores de aves de carne y puesta.

La herramienta Ecogan es un sistema informatizado desarrollado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en coordinación con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Gracias a este herramienta se permite registrar las mejores técnicas disponibles aplicadas en la granja, así como estimar las emisiones contaminantes y de gases de efecto invernadero y el consumo de recursos de una granja concreta a lo largo del proceso productivo.

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La información recogida por el denominado sistema Ecogan se transfiere al Sistema Español de Inventarios con carácter anual, con la finalidad de materializar el esfuerzo medioambiental realizado por los agentes del sector ganadero y establecer el cálculo de emisiones de amoniaco, óxido nitroso y otros gases nitrogenados.

Ecogan es una herramienta pionera y esencial para garantizar el cumplimiento de los programas de reducción de emisiones que establecen las normativas de ordenación en los distintos sectores ganaderos y fomentar la mejora del comportamiento medioambiental de las granjas.

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Los destinatarios de esta aplicación informática son los titulares de las granjas obligadas por normativa, el público en general (permite hacer simulaciones) y las autoridades competentes encargadas de la valoración y gestión de la información.

La cría intensiva de animales puede tener un impacto negativo en el medio ambiente por distintos motivos, como recuerda una guía elaborada por el MAPA.

Lacontaminación del agua superficial y subterránea, la contaminación del aire, fundamentalmente con amoniaco, la acidificación del aire, la producción de gases de efecto invernadero, el propio consumo de agua de la ganadería, la diseminación de metales pesados, pesticidas y sustancias tóxicas o de microorganismos patógenos, incluyendo patógenos resistentes a los antibióticos y los residuos de medicamentos veterinarios en agua y suelo son algunos de los ejemplos de los posibles efectos adversos de la ganadería, en la actualidad.

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Sin embargo, la ganadería también puede implicar aspectos positivos desde el punto de vista medioambiental.

De este modo, el aprovechamiento del estiércol como fertilizante orgánico permite hoy en día sustituir a los fertilizantes minerales sintéticos, proporcionando nutrientes y materia orgánica esenciales para el desarrollo de las plantas y para la mejora de la calidad del suelo agrícola, que en el caso de España, y con carácter general, es muy pobre en materia orgánica.

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