La cúrcuma echa raíces en los campos de la Axarquía

De color amarillo intenso y con un olor inconfundible, esta especie proviene de la raíz naranja de una planta herbácea perteneciente a la familia de las 'zingiberáceas', originario de la India e Indonesia. Su nombre científico es 'cúrcuma longa' y cuenta con una gran tradición histórica. De hecho, hay evidencias de que sus primeros usos se remontan entre los años 610 a. C. a 320 a. C., cuando fue empleada como colorante para la lana, gracias a su color amarillo-naranja intenso. Posteriormente, fue adoptada por la gastronomía hindú como colorante alimentario, para darle un sabor peculiar a las comidas y por formar parte del popular curry, una salsa muy consumida en todo el mundo.

Bazán decidió animarse a probar su cultivo hace cuatro años. Entre diciembre y enero recogió su primera gran cosecha, tras plantar unos 500 metros cuadrados en un invernadero. «Se siembra en marzo y tarda unos ocho meses en criarse, requiere bastante riego, aunque al final hay que reducirlo», explica este agricultor torroxeño, quien cuenta que la cosecha, de unos 1.200 kilos, la ha vendido íntegramente a un cliente francés.

«He calculado que tengo que venderla a unos 5 euros el kilo para que tenga una rentabilidad suficiente», apostilla Bazán. Así, tras esta primera experiencia exitosa, ya ha comenzado con la plantación de una superficie que duplica la de 2020, hasta los mil metros cuadrados. «Lo que peor lleva la planta son las temperaturas bajas, por debajo de los 15 grados, por eso la sembramos en marzo y la recolectamos en diciembre y enero», detalla el agricultor.

Según comenta, el proceso de recogida es «laborioso», ya que requiere un limpiado muy a fondo de los rizomas, ya que están enterrados. Además, hay que abonarlo abundantemente con potasio. La producción de su invernadero ha sido de unos dos kilos por metro cuadrado, una cifra que espera aumentar en este año. «Sigo aprendiendo y espero que vaya mejor, es un cultivo que no se está plantando en la Axarquía y podría tener viabilidad por el clima tan templado que tenemos», sostiene.

Entre los beneficios para la salud de la cúrcuma destacan los compuestos que contiene, los llamados curcuminoides, como la curcumina, la demetoxicurcumina y la bisdemetoxicurcumina, que le otorgan grandes propiedades medicinales. Así, sus aceites volátiles, proteínas, resinas y azúcares, también contribuyen a su poder sanador. Además, para completar su perfil de 'reina de las especies', también contiene fibra dietética, vitaminas C, E y K, niacina, sodio, calcio, potasio, cobre, magnesio, hierro y zinc.

«Es parecido al jengibre, pero éste requiere mucha más agua para su cultivo y también unas temperaturas aún más altas», aclara Bazán. Entre las propiedades beneficiosas de la cúrcuma, destacan que alivia el malestar estomacal, sirve para tratar los trastornos hepáticos y es un potente antiinflamatorio. En la medicina tradicional china se usa la cúrcuma para tratar la depresión, la tristeza y la infelicidad. El extracto de cúrcuma, o lo que es lo mismo, la cúrcuma en polvo, estimula el sistema nervioso, activa el sistema inmunitario y despierta el estado de ánimo. Es ideal para reducir los niveles de estrés, ya que produce un aumento de serotonina. Por esta razón, es muy utilizada en personas con depresión, así como con otros trastornos relacionados.

El agricultor, como ocurre en el sector agrícola en la comarca oriental, se muestra «muy preocupado» por el déficit hídrico y la falta de lluvias este año. «El embalse está a apenas el 32% de capacidad, si no llueve este mes de abril el verano va a ser muy complicado», vaticina Bazán, quien reclama a los políticos que se pongan las pilas y acometan las obras necesarias para trasvasar agua desde la Costa del Sol occidental a la Axarquía. «Necesitamos la autopista del agua ya», apostilla el agricultor.