Cuestión de precio

Una bolsa de 350 gramos de pasas 'tipo moscatel' sin pepita, que, aunque estén envasadas en España, tiene como origen algún país sudamericano, se puede comprar en un supermercado por un precio que supera los dos euros. Es decir, el kilo saldría 7,5 euros aproximadamente.

Estas últimas pueden cubrir la misma necesidad para algunos consumidores, pero entre ambas hay grandes diferencias. Para empezar, al contrario que las de Málaga, no se deshidratan con el sol, sino con el calor de hornos industriales.

La de Málaga no puede competir en precio con estas pasas de origen foráneo. Es más, tiene que diferenciarse mucho más por su coste para entrar en la categoría 'gourmet' de tiendas y supermercados. No hay que olvidar que es uno de los pocos productos de Europa que está declarado como Patrimonio Agrícola Mundial por la FAO. A ello hay que añadir que está amparado por una Denominación de Origen Protegida.

Entre los elementos que sirven para diferenciarlas está su tamaño. De hecho, este año la producción es muy inferior a la de campañas pasadas porque no se ha encontrado tanta moscatel de Alejandría con el calibre necesario para destinarlas a pasas.

Y no hay que olvidarse de su pepita. Donde hay quien ve un contratiempo hay que ver una virtud. La moscatel de Alejandría no se puede entender sin ese pequeño hueso, en el que hay micronutrientes, según advierte un estudio realizado sobre este tipo de pasa. Además, este elemento natural añade un toque de crujiente durante la ingesta de la pasa que puede hacer aún más especial la ingesta de una auténtica pasa moscatel de Málaga.