Un olivarero se afanaen cosechar aceitunasen una finca de la provincia de Málaga. SUR

Al campo malagueño siguen sin salirle las cuentas

A pesar de haber subido la facturación ligeramente, el Balance Agrario ofrece un panorama desolador para los empresarios y profesionales del sector por la falta de rentabilidad

Jueves, 9 de enero 2025, 01:00

A pesar del importante incremento para los consumidores en los dos últimos años de los productos del campo, sigue siendo un sector poco rentable. De ... hecho, a los agricultores españoles y,en particular, a los andaluces o malagueños no le salen las cuentas.

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Hay quien aguarda al Balance Agrario de Asaja Málaga para constatar una peligrosa tendencia para el sector primario, pero hace tiempo que los agricultores y ganaderos se han hartado de echarse las manos a la cabeza.

La tormenta perfecta llegó hace dos años con la guerra en Ucrania, a la que se han unido otros conflictos bélicos, así como la dura sequía que apenas se ha mitigado con las lluvias torrenciales de este pasado otoño.

Los costes siguen disparados y la situación resulta cada vez más asfixiantes para profesionales y empresarios del sector primario en la provincia de Málaga.

El resultado final del Balance Agrario de 2024 muestra, eso sí, un ligero ascenso en la facturación de 21,26 millones de euros respecto a 2023. De hecho, la cifra final de facturación del sector agrario malagueño alcanza en 2024 los 672,30 millones de euros, un ascenso del 3,27 % respecto al año anterior en el que se facturaron 651,04 millones de euros por el sector productor agrario.

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En el campo hay malagueño, hay dos lecturas muy distintas. Así, la agricultura, con una cifra de 541,52 millones de euros, frente a los 508,09 de 2023, supone un ascenso de 33,43 millones de euros, o lo que es lo mismo, un 6,58% más. Por su parte, la ganadería acaba el año con una facturación de 130,78 millones de euros, frente a los 142,95 de 2023, es decir una bajada de 12,17 millones de euros, o lo que es lo mismo, un descenso de un 8,51%.

Ni los subtropicales ni los viñedos. El olivar sigue siendo el cultivo mayoritario de la provincia con más de 135.000 hectáreas, destacando sobre los demás cultivos con una facturación que supone en 50 % del total agrario.

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En el caso del aceite de oliva, se ha producido la campaña más baja del siglo con 31.014 toneladas, con la facturación más alta de la serie de 227,95 millones de euros. Por su parte, la producción de aceituna de mesa desciende de 50.526 toneladas en 2023 a 35.105 toneladas en 2024 ascendiendo su facturación a 40,37 millones de euros.

Hay que tener en cuenta que se ha producido una importante bajada de producción tanto en el país como en el resto del mundo, lo que ha supuesto un precio récord en ambos productos del olivar, desembocando en una facturación con un 22 % más que el año 2023, pero muy mal distribuida pues hay zonas con más dificultades para el cultivo y altos costes de producción, que no han participado en esta facturación, tenemos numerosos casos de olivareros con cosecha cero, por lo tanto ingresos cero, como es el caso de la comarca del Guadalhorce.

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Pese a ello, se puede afirmar que ha sido el olivar el que ha amortiguado la caída generalizada de la mayoría de los sectores. Todo esto viene agravado con el problema estructural de costes de producción.

El ganado caprino, el más abundante de la provincia, por su parte sigue mermando notablemente el número de explotaciones y de cabezas.

Hay muchos más puntos negros que marcan una tendencia que no por denunciada constantemente va a desaparecer si no se toman medidas. Los cítricos del Valle del Guadalhorce, las frutas y las hortalizas, frutos secos como la almendra y la castaña o subtropicales como el aguacate y el mango son otros ejemplos de escasa rentabilidad y de baja producción en la campaña de 2024. Está por ver qué deparará el nuevo año.

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