Asaja recomienda a los agricultores «aguantar» hasta que suba la cotización para vender la cosecha de almendras

A poco tiempo de que comience la entrega de este producto por parte de los agricultores que ahora se encuentran en recolección, la situación es desconcertante, a juicio de la organización agraria en Málaga. «Este año, como en todos los cultivos, la falta de agua y las altas temperaturas ha mermado la producción esperada de este fruto seco», ha explicado el presidente de Asaja en Málaga, Baldomero Bellido.

«Esto motiva que el árbol se venga a menos y finalmente merme la producción esperada. Pero no solo eso, se suma el hecho de que las grandes empresas aún no han salido a comprar, lo que derivaría en una bajada de los precios, si los agricultores no defendemos nuestra escasa producción», ha argumentado Bellido. Para el presidente de Asaja se trata de »una situación preocupante para un sector que se está viendo altamente afectado por la fuerte subida de los costes«.

Según los datos de Asaja, en el mercado global de este fruto seco, los principales productores son California en EE UU y España, aunque es una balanza muy decantada hacia el continente americano, donde los datos ofrecen un recorte de un 11%, con 1.190.000 toneladas frente a las 1.350.000 toneladas del año pasado. En España la mesa Nacional de Frutos Secos estima un descenso de la producción del 29,27%, situándose en 61.684 toneladas, de las que 29.940 toneladas son de Andalucía.

El último dato de cotización de la lonja de Córdoba da un precio medio de 3,9 euros por kilo para las variedades convencionales, «lógicamente para la almendra del año pasado», pero es que justo hace un año el precio era de 4,20 euros por kilo y la expectativa de cosecha era mayor que la de este año, «lo cual es incomprensible», en palabras de Bellido. Por tanto, su recomendación es «aguantar hasta que aparezca una cotización acorde y que compense los altos costes de producción y recolección que está soportando el agricultor».

Actualmente en la provincia de Málaga este cultivo, que se extiende sobre todo en las comarcas Norte, Axarquía y Guadalhorce, está en expansión en las zonas que cuentan con alguna posibilidad de riego e implantación de un cultivo mecanizable, pero en declive en las zonas tradicionales de secano y altísima pendiente por la enorme dificultad y altos costes de su cultivo.