Arranca la campaña del aguacate en la Axarquía con calibres más pequeños por la sequía

Así lo han estimado desde la Asociación Española de Productores de Tropicales, que agrupa a más de 400 agricultores de todo el país. No en vano, la Axarquía está perdiendo cada vez más terreno ante el empuje de otras zonas de cultivo en Huelva, Cádiz, Valencia y Portugal, donde los recursos hídricos son mayores. «Tenemos un panorama desolador y el futuro es bastante poco halagüeño si continúa sin llover bien», sostiene el vicepresidente del colectivo, Domingo Medina.

El bajo nivel de las reservas del embalse de La Viñuela, por debajo del 18% de su capacidad, con apenas 29 hectómetros cúbicos almacenados, hace cundir el temor a que la Junta imponga nuevas restricciones en los próximos meses, tras bajar ya el pasado octubre la asignación para riego en las fincas que se abastecen del embalse de 3.000 metros cúbicos a 2.000, lo que supone un 33% menos. «Con esas cantidades las fincas están en peligro, los aguacates necesitan más agua para poder engordar el fruto y afrontar el verano», dice Medina.

La falta de agua y los menores calibres que se esperan van a hacer que los precios que se paguen a los agricultores sean inferiores a los de otros años, cuando rondaban, de media, los 2,5 euros el kilo, con picos de hasta 3,5 y 4 euros para los que tienen certificación ecológica. La competencia de la fruta de importación también preocupa al sector tropical, ya que las grandes comercializadoras encuentran cada vez más oferta en el mercado, incluso en los meses en los que la Axarquía tenía su «ventana de oportunidad».

Así, en estos momentos, hay hasta siete países exportando aguacates a Europa, de Sudamérica y África, principalmente. «Tenemos una sobreoferta de Israel y Chile. El primero es nuestro principal competidor y el segundo tienen una producción enorme, que no deja de crecer. Luego está Marruecos, que también está siendo un competidor importante», describe Medina. «Es posible que en enero se pare la comercialización para volver en febrero y marzo con más fuerza», apostilla.

La posibilidad de que se consume finalmente una huelga en el sector del transporte en España también preocupa a las comercializadoras y productoras de aguacates. Así, el gerente de Trops, uno de los grandes actores del sector, Enrique Colilles, vaticinó que, si se confirma el paro para los días previos a la Navidad, «puede ser una catástrofe», apuntó a la Cadena Ser en la Axarquía. No en vano, el 85% del aguacate que se produce en España se vende en Europa, a donde llega en camiones.

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La campaña del mango se cierra con 30.000 toneladas, un 33% más que en 2020

La campaña del mango de las variedades Osteen y Keitt se cerró este mes de noviembre con una cosecha que ha estado muy cerca de igualar la del récord de 2018, cuando se alcanzaron las 36.000 toneladas. En este año han sido unas 30.000, un 33% más que en 2020, según los datos que maneja la Asociación Española de Tropicales. Las cotizaciones han sido muy oscilantes, aunque han rondado, de media, el euro por kilo al agricultor.

«Los mercados se resienten porque no somos los únicos que abastecemos a Europa en estas fechas y como la campaña dura apenas tres meses, los precios tiende a ser más bajos», sostiene el vicepresidente del colectivo, Domingo Medina.

El 85% de la superficie dedicada a esta fruta en Andalucía se concentra en Málaga y muy especialmente en la Axarquía, con unas 4.300 hectáreas, de las que poco más de 3.800 están en producción. Le sigue Granada, con el 14% de la superficie plantada. El 1% restante se localiza entre Huelva y Almería.

«Aunque la superficie de cultivo de mango es la tercera parte de la de aguacate, la producción tiene un techo de hasta 50.000 toneladas, que esperamos alcanzar en los próximos años, superando al aguacate, conforme vayan entrando en producción las nuevas fincas», apunta Medina. No en vano, la menor demanda hídrica de los mangos respecto a los aguacates hace que cada vez más agricultores apuesten por esta fruta.