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Alba Tenza
Jueves, 11 de enero 2024, 01:00
Cuatro hermanas, casi 50 años de dedicación al aderezo, envasado y comercialización de las aceitunas de mesa y un sueño cumplido. La historia de Aceitunas ... y Encurtidos Bravo comenzó con su fundador José Bravo, un joven agricultor que empezó aliñando y envasando aceitunas de su propio campo en tierras alhaurinas sin que hubiera intermediarios. «Se fue especializando en la aceituna, vio que cada vez tenía más demanda y acabó comprándole a todo el municipio de Alhaurín el Grande y colindante, a día de hoy compramos la aceituna autóctona de la zona, tanto de la Sierra de las Nieves, como del Valle del Guadalhorce, somos una sociedad limitada a la que nuestros agricultores nos traen sus productos cada año», cuenta a SUR la hija del fundador, Antonia Bravo, quien también es gerente de la empresa junto a su hermana María José y, además, es la presidenta del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Aceituna Aloreña.
La empresa dedicada a este producto desde 1976 tiene un producto estrella de excelencia que les identifica en todo el país: la Aceituna Aloreña de Málaga. De hecho, la familia Bravo fue la primera en España en lograr que reconocieran una aceituna aloreña con una DOP. «Mi padre nos dejó muy pronto, pero tenía una mente que se basaba en que la unión hace la fuerza y eso es lo que nosotras, junto a mi madre, siempre hemos tenido presente», cuenta Bravo. Su padre creó una asociación de aderezadores con el fin de defender los productos autóctonos de la provincia y conseguir la denominación de origen. Y así fue. «Lo que era un sueño inalcanzable se hizo realidad hace más de doce años con la primera aceituna aloreña con denominación de origen de España y lo conseguimos nosotros», recuerda orgullosa.
El relevo por parte de Bravo y sus tres hermanas no fue fácil, ya que tuvieron que enfrentarse a varias crisis con el objetivo de continuar el negocio familiar y mejorarlo. «Desde que existió Sabor a Málaga apostamos por ello, y también asistimos a numerosas ferias nacionales e internacionales, lo que hace que sigamos creciendo», cuenta Bravo. Sin embargo, de toda la trayectoria del negocio empresarial, la gerente asegura que estos últimos años están siendo muy difíciles debido a la sequía que atraviesa la provincia. «Nos vamos vas abriendo camino, cogemos buenos clientes, y vemos que grandes cadenas de supermercados quieren trabajar con la empresa, pero también vemos que hay muchos factores del campo en contra», añade.
A pesar de no haber notado pérdidas, notan el deterioro de la calidad del producto. «Si las aceitunas pudieran fabricarse siempre serían gordas, verdes y buenas, pero en esta empresa agroalimentaria depende de muchos factores, este año ha sido muy escaso y con precios muy elevados», explica. Sin embargo, asegura que no pueden aplicar la subida de precios al cliente porque su producto no es de primera necesidad, ya que en la restauración o en las mesas pueden omitirlo. «También ha subido el precio del cristal, la hojalata, el cartón o la lata, todo eso nos afecta, incluso el de los aditivos», añade.
A lo largo de los años, la empresa ha ido creciendo e incorporando las últimas tecnología con maquinarias más modernas, con una amplia gama de productos que incluye especias, conservas, frutos secos o legumbres. «Tenemos mucha presencia en el extranjero, nuestras aceitunas están presentes en Canadá, República Dominicana, Brasil, Perú, así como en toda Europa en países como Suiza, Alemania, Reino Unido o Francia», detalla la gerente de esta empresa líder en la provincia con el deseo de que llueva en primavera, el olivar sobreviva y continúe dando productos autóctonos de calidad.
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