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Antonio J. Guerrero
Lunes, 18 de julio 2016, 00:40
Tras 48 horas en vilo por los sucesos golpistas en Turquía, Antequera al fin pudo celebrar como quería ser Patrimonio Mundial. El Paseo Real acogió anoche una gran fiesta con cocina en coches de época, actuaciones musicales y el inicio del Antequera Light Fest, un espectáculo de luces y sonido que se repetirá cada año para recordar la distinción de la Unesco.
La velada festiva se completó con un festival gastronómico Food Truck, concebido para llamar la atención sobre la oferta culinaria de los restaurantes de la ciudad del Torcal. También hubo tiempo para un espectáculo musical, que llegó de la mano de un grupo de la Escuela Municipal de Música, la formación de baile de funky Los Pacos y la banda Efecto Mariposa.
Aunque sin duda uno de los platos fuerte de la jornada fue el I Antequera Light Fest, que tuvo lugar en la Puerta de Estepa. Allí se proyectaron luces de colores y demostraciones de vídeo mapping en 3D, en una actividad que se repetirá cada año en un monumento diferente para conmemorar la fiesta por el sitio de los Dólmenes, convertidos desde el pasado viernes en Patrimonio Mundial de la Unesco. Con este acto simbólico, y 6.000 años después que se construyeran los Dólmenes de Antequera, su tierra y sus pobladores recibieron el homenaje de todas las generaciones a lo largo de su historia.
Se hacía además con una enorme carga festiva, acrecentada por el sentimiento colectivo de haber dejado atrás el sabor agridulce de los últimos días: por un lado, el júbilo por el reconocimiento a los dólmenes, pero por otro la angustia de haber vivido desde la distancia el intento de golpe de estado en Turquía y la situación de incertidumbre en la que quedó la delegación malagueña que se desplazó hasta Estambul. Entre ellos, el alcalde de la localidad, Manuel Barón, aplaudido ayer por su pueblo horas después de haber aterrizado en Málaga con el resto de su equipo.
Sea como fuere, Antequera disfruta ya de su título, pero sobre todo del indudable tirón que supondrá para la zona la marca Unesco. El avance de este éxito volvió a registrarse ayer en los dólmenes, que ayer fueron visitados por unas mil personas. La cifra representa 200 más que el sábado y tres veces más que una jornada normal, por eso, en Antequera, sigue la fiesta.
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