Como volver a empezar

El Málaga, esta vez, ha hecho bien las cosas. Se fue de vacaciones después de ganar en Gijón, lo que aclara mucho su panorama con una inyección de moral y mantiene expectante e ilusionada a su masa de seguidores, que son la gran mayoría de malagueños que ya esperan impacientes el encuentro con el Deportivo coruñés, el día 11 en La Rosaleda. La verdad es que casi todo parece ir viento en popa a la vista de las noticias que nos llegan sobre La Academia y el superávit de cuatro millones la pasada temporada. Ojalá todo se vaya confirmando y el equipo de Pellicer lo refrende con goles. Aunque el voluble club y también el equipo seguirán maniatados en una especie de secuestro consentido por obra y desgracia del jeque Al-Thani. Me pregunto si se verá algún día la resolución de este caso...

En Valencia ocurre algo similar y ya vemos dónde está el equipo, colista de Primera División. Un desastre. Allí su funesto propietario, el asiático Peter Lim no hace nada ni deja hacer, mientras que el equipo y su historia se hunden tristemente ante la impotencia no sólo de sus seguidores, sino de la Justicia. Una pena. Pero atención, porque esta fiebre invasora de capitales o propietarios extranjeros se extiende peligrosamente hasta el punto de que ha habido momentos en el que siete u ocho clubes de nuestra Liga han dos estado manejados por millonarios (o no) de otros mundos que sólo buscan réditos inmobiliarios.

Otros clubes que se acercan peligrosamente a esta situación son el Almería y el Granada, por citar sólo a los andaluces, ambos en el momento dulce que suele ocurrir al principio de toda transacción mercantil. Así que cuidado. Y a todos, ¡Feliz 2025!