El Gran Premio de China cumplía este año su vigésima edición y se volvía a correr desde 2019, tras el cierre de China por la pandemia del Covid, y la verdad es que ha experimentado un éxito absoluto con las gradas a rebosar de público, ... ayudado por contar por primera vez en la historia con un piloto chino, Guan Yu Zhou, que milita en el equipo Sauber (en 2026 pasará a ser Audi F1).
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El circuito sito en la ciudad de Shanghái, prácticamente no ha experimentado cambios en su trazado, pero sí en esta ocasión había recibido una capa superficial de compactación que hacía que la pista y la lluvia de los primeros entrenos la hicieron muy deslizante. Además, albergaba la primera carrera del nuevo formato Sprint, es decir, una carrera corta el sábado y el Gran Premio, el domingo. La sorpresa ha sido ver a Lando Norris en un McLaren en la 'pole position' del Sprint, aunque luego el orden volvía a ser el que ya nos tiene acostumbrado Verstappen, que se hacía con la carrera corta sin oposición.
Cierto que Red Bull sigue por delante del resto de equipos, pero todo el mundo se va acercando y ya solo el holandés es capaz de mantenerse siempre delante. Su compañero, Checo Pérez, se ha convertido en un piloto vulnerable, aunque lleve un Red Bull, pero esto lo hace ser el piloto ideal para este formación, aquel que siempre queda por detrás y que no da un quebradero de cabeza a la estrella del equipo. Así que, si los energéticos no quieren problemas, su renovación sería lo lógico.
Las dos semanas previas, la noticia era la renovación de Fernando Alonso por Aston Martin hasta mínimo 2026, cuando el asturiano ya tendrá cuarenta y cinco años, aunque a decir verdad a Alonso no parecen pasarle los años por encima. Ha hecho un fin de semana extraordinario, situando en los entrenos su coche justo detrás de Red Bull, una posición que no refleja en absoluto la competitividad del monoplaza inglés. El español sufrió una penalización en la carrera Sprint tras un toque con Carlos Sainz, del todo inmerecida, pero como Fernando es un piloto que no se calla ni una y, si tiene que criticar a los comisarios lo hace, pues lo tienen siempre en el punto de mira. En esta ocasión, además de la penalización de tiempo, le endosaron tres puntos negativos en su licencia, mientras que luego en carrera ocurrieron situaciones mucho más punibles y solo castigaron a los culpables, que esta vez sí lo merecían con dos puntos en su carnet. En fin, situaciones que no hacen ningún bien a nuestro deporte y le restan credibilidad.
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La carrera fue un paseo militar para Verstappen, que está intratable, pero detrás de él se clasificaba Norris con un McLaren que aventajó a Pérez, Leclerc y Sainz en un Gran Premio donde los Ferrari demostraron que estuvieron faltos de ritmo todo el fin de semana, mientras que McLaren demostró un ritmo magnífico en un circuito donde la degradación de los neumáticos fue el caballo de batalla para todos los equipos y donde el 'safety car' que salió en dos ocasiones por sendos incidentes marcó la clasificación final al perjudicar claramente a Pérez y Leclerc, y donde Alonso fue séptimo tras otra actuación magistral.
Por detrás, Mercedes sigue inmerso en la desesperación. Russell fue sexto y Hamilton, noveno, que, aunque remontó desde el puesto dieciocho, fue más por suerte que por ritmo. Un apunte más, Haas de la mano de Nico Hulkenberg se hacía con el décimo lugar y con ello obtenía un punto que vale su peso en oro. Hasta Miami.
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