Unos se van, otros llegan

Martes, 12 de septiembre 2023, 02:00

Al fin ha dimitido 'el del beso', lo que debe allanar el camino hacia la normalidad del fútbol en España. Y mucho más porque, tapado ... por el bochornoso suceso de la final, hay muchas cosas que celebrar. Y de las que felicitarnos. El fútbol, nuestro fútbol, se engrandece. Ellas, al proclamarse campeonas del Mundo, tienen mucho que ver, y ellos, claro, no quieren ser menos y el pasado viernes sorprendieron a propios y extraños con una goleada de las que hacen historia. A tal punto que empiezo a preguntarme si, a partir de ahora, al referirnos a la selección española de fútbol, será necesario precisar si se trata de la masculina o la femenina.

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El ambiente enrarecido motivado por el lío del beso y la debatida continuidad del seleccionador Luis de la Fuente hacía temer por el comportamiento del equipo, pero los jugadores, que tan cautos se habían mostrado en el escándalo del beso, hablaron en el terreno de juego de categoría rubricado con siete goles. Ojalá puedan confirmar hoy en Granada, ante Chipre, que esa renovada generacional que se apunta sea un hecho y no una quimera. La llegada de Lamine Yamil, Gavi y Nico Williams conduzca a esa ilusionante de otros jóvenes elementos que no acaban de 'romper', quizás por una precipitada ambición. En cuanto al seleccionador, su experiencia al frente de las selecciones menores de edad permite que se le conceda un margen de confianza que otros no merecían. Vamos a ver qué pasa en Granada, donde dicen que todo es posible.

Y mientras tanto, a la vez que unos llegan, otros se van... A Arabia Saudí y a Norteamérica en busca de más millones, porque la gloria (la deportiva) ya la tienen ganada. Menos mal que no parecen quedar futbolistas españoles en ese caso. De momento debemos celebrar que vayan sucediéndose las incorporaciones de jugadores que rompen récords de edad y, sobre todo, de talento futbolístico. Y si a eso se añade el triunfo del Málaga en Baleares pues debemos recuperar parte de la moral que últimamente estaba por los suelos. Otro motivo para la esperanza.

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