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En los primeros cinco minutos del partido el Unicaja mostraba una magnífica actitud defensiva, con fuerte presión al balón, atención a las líneas de pase y con Sima controlando a los hombres interiores del Gran Canaria, lo que forzaba a los jugadores rivales a realizar ... malos tiros y tener pobres porcentajes de acierto. Esto daba a los malagueños las primeras y ya significativas ventajas en el marcador que impedían presagiar lo que estaba por venir.
Lakovic, obligado por un parcial de 4-13 solicitó su primer tiempo muerto, que acabó marcando el devenir del partido. Los cambios, dando entrada a Bassas y Slaughter y la aparición de Pelos, que castigó al Unicaja desde dentro y fuera de la zona el resto del partido, la buena lectura del 'pick and roll', aprovechando las continuaciones interiores y leyendo desde el poste alto las ayudas para asistir en la línea de fondo o conectar en las esquinas con sus tiradores, no solo le permitieron al gran Canaria igualar el choque sino que le posibilitó dominar al equipo de los Guindos prácticamente en todas las facetas de juego y a evidenciar la mayoría de sus debilidades actuales, 15 minutos determinantes en donde el equipo canario con un parcial de 42-23 puntos y cerrando la primera parte con 10 puntos de ventaja (46-36) puso el partido muy a su favor.
Pero a pesar de esto, el Unicaja reaccionó de nuevo desde la defensa, provocando continuas pérdidas de balón al rival, propiciando llegadas más rápidas y tiros más cómodos en transición y, de la mano del talento de Carter proponiendo mayor clarividencia en el juego, mejor circulación del balón, una mejor lectura del bloqueo directo, de sus continuaciones y de las ventajas que él mismo lograba en el uno contra uno, lo que no sólo le permitía a su equipo igualar el marcador sino también recuperar el sentido del juego, en algo su estado de ánimo y su expectativas, aunque no resultara suficiente. El partido en sus postrimerías se volvió un poco loco, donde ambos equipos cometieron demasiados errores, con bajos porcentajes y bajo nivel de acierto, incluso en el tiro libre, de lo que Unicaja no pudo beneficiarse, en un final que se lo acabó llevando el equipo canario más por los deméritos ajenos que por los méritos propios.
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