El Unicaja, a por el liderato

Los gallegos, más desordenados y anárquicos que en otras ocasiones, consiguieron mantener la igualdad en el marcador gracias a la anotación de tres triples casi consecutivos en el primer cuarto y en toda la primera parte gracias principalmente al control absoluto del rebote, hasta 11 ofensivos en estos dos periodos, que no solo le ofreció segundas y terceras oportunidades, sino que impidió al Unicaja controlar el ritmo del partido, ser constante en su juego y, sobre todo, poder correr.

Como ya le ha ocurrido en otros partidos el Unicaja afrontó el tercer cuarto con más energía, concentración e intensidad, mucho más agresivo en defensa y, sobre todo, atento al rebote defensivo, no concediendo ni uno al rival en este periodo, y como contrapunto logrando hasta cinco en el aro gallego, lo que unido al 5 de 8 desde el triple le permitió crear diferencias significativas en el marcador que supo mantener hasta el final a pesar de los intentos de Mrsic con sus cambios defensivos, de Sergi Quintela por elevar el nivel de agresividad y el buen trabajo de Jogela y Shako. Diferencias que habrían sido mayores si el Unicaja no hubiera acumulado tantas pérdidas en estos minutos.

El buen trabajo de Osetkowski todo el partido, tanto en la anotación como en el rebote, los buenos minutos de Thomas y la aparición de de Carter en la anotación en el tercer cuarto, los puntos de Taylor y Kalinoski para finiquitar el choque y, ante la desaparición de Perry, el buen trabajo defensivo Díaz sobre McLemore resultaron más que suficientes para derrotar a un Río Breogán que se fue al vestuario con pitada y muestras de desaprobación de su público.