Thomas de base desde el poste bajo

El cuadro cajista salió en el segundo cuarto no solo a igualar el choque sino dispuesto a romper la peligrosa proyección tras esa elevada anotación del Barcelona. Con una presión asfixiante al balón, con recuperaciones de castigando al rival con rapidísimos contraataques y con control de las pérdidas de balón, lo que obliga a Grimau a pedir rápidamente tiempo muerto. Pero el Unicaja continuaba manteniendo su nivel defensivo, corriendo en cuanto podía y con Will Thomas como catalizador total del juego y del ataque de su equipo, haciendo circular el balón, creando ventajas, castigando la debilidad defensiva de Willy Hernangomez y anotando 11 puntos en este cuarto. El de Baltimore llevó a su equipo a un parcial tremendo a favor de 29-11, desarbolando totalmente a su rival, con la desesperación de Laprovitola incluida.

El tercer cuarto lo ganó el Barcelona encontrando más tíos liberados y con Satoransky sacando del partido de su superioridad física sobre sus defensores para anotar o crear ventajas. Pero el Unicaja se mantenía sólido y lograba mantener diferencias.

El equipo de Ibon Navarro tenía guardada una marcha más para el último cuarto, con tres robos casi consecutivos de Sima, aplicándose en intensidad y defensa y mostrando un nivel físico muy superior al del Barcelona que se sentía incapaz de igualarlo.