Manolo Santana, hijo adoptivo y embajador de Marbella

Santana conoció Marbella con la disputa de un torneo, y quedó tan prendado que se afinco allí, y con el tiempo, en la etapa de Jesús Gil en la Alcaldía, gozó de una concesión municipal al frente de la sociedad Racquets Club Marbella por varias décadas. Es ahora su última mujer la que está en la gestión de esta entidad. Durante todo este tiempo, el mito del deporte español residió en diferentes lugares de la localidad: comenzó establecido en Puente Romano; luego, en un ático de Puerto Banús; después, cerca de la Mezquita; más tarde, en un apartamento en Puente Romano; en otra vivienda compartida con su última pareja, Claudia, y un ultimo domicilio ceca del Guadalpín Banús, hasta su fallecimiento este sábado a los 83 años.

Marbella marcó la vida de Santana. En julio de 2018 el Ayuntamiento lo nombró junto a Sergio Scariolo y Vicente del Bosque como Hijo Adoptivo de la ciudad. Su «simpatía y don de gentes», como reconoce el fotógrafo de este periódico, Josele, le hicieron encajar muy bien en la idiosincrasia de esta ciudad, aún en una etapa de auge de la 'jet set'. Pero el popular deportista también dio un impulso al tenis en la ciudad, especialmente al Club de Tenis Puente Romano, que ahora dirige Ramón Campuzano: «Es una gran pérdida para todos. Es un momento muy triste, pero sobre todo para los que somos sus amigos. Hace muchos años que le conozco, unos 25, y Puente Romano ha sido su casa siempre y lo va a seguir siendo, con una pista central que lleva su nombre». Además, recordó que Santana fue también director de esta instalación y que su último acto en público en Marbella fue precisamente allí.

Sucedió el 11 de abril, en la entrega de premios tras la final del AnyTech365 Andalucía Open, en una acto que también contó con la presencia de otro mito del tenis, Bjorn Borg. Santana apenas podía andar por su estado de salud, pero quiso estar a pie de pista, con mascarilla, mientras se desarrollaba el protocolo.

«Fue un inmenso honor haber sido su amigo y haber compartido con él momentos únicos. Demostró a toda España que podíamos competir de igual a igual con cualquiera, e incluso vencerles. Fue nuestro mejor embajador de la Marca Marbella», manifestó a este periódico el concejal de Deportes del Ayuntamiento, Manuel Cardeña.

El tenis local también está de luto. El marbellí Carlos Gómez Herrera (224º del 'ranking ATP') tuvo un vínculo especial con él. «Lo considero tenísticamente la persona más influyente en mi vida. Me adoptó como un padre hasta los 13 años. Todo el mundo coincidía en que era mi padrino. También fue mi mánager y me buscó patrocinios cuando me fui a Madrid. Cuando se divorció por ultima vez hubo situaciones con su pareja que no compartí», declaró, y recordó que «esperaba gemelos de la misma edad que yo (con Otti) y fallecieron. «Él fue el que trajo el tenis a España y las nuevas generaciones es bueno que al menos lo sepan. Después de Nadal, el mejor tenista de la historia es Manolo, por títulos y todo. Es una pérdida muy grande», añadió.

También lo reconoció así Alejandro Davidovich, el mejor tenista malagueño de todos los tiempos. «Manolo ha sido al final una referencia para todos nosotros. Ha marcado un antes y un después en el tenis. Le conozco bastante. He estado con él en Marbella varias veces y ha sido una gran persona tanto dentro de pista como fuera de la pista. Me ha dado muy buenos consejos y le doy gracias por ello», declaró a este periódico el rinconero. Davidovich fue reconocido exaequo con Santana en los Premios Malagueños del Año de SUR de 2017, con la imagen que acompaña a esta información. También tiene otra imagen para el recuerdo de Wimbledon, cuando el rinconero ganó el título allí en la categoría júnior.

También se mostró apenado el entrenador de Davidovich, el extenista Jorge Aguirre: «He tenido poco trato personal con él, y sobre todo fue en Wimbledon y en Puente Romano, pero fue quien puso el tenis en España en lo que es hoy, en la cima del tenis mundial. Fue la referencia, la persona que ha marcado la historia en España».