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Alejandro Davidovich, el héroe de París, el tenista que se atrevió a desafiar a los 'top ten' que coparon el cuadro de cuartos de final, ... ya ha vuelto a casa. En un vuelo directo desde la capital francesa aterrizó este mediodía junto a su entrenador (Jorge Aguirre) y su fisioterapeuta (Vicente Aguilar), con ganas de descansar pero sin perder un ápice de ambición en su discurso. «No he dado ni un 70% de mí. Sé que puedo jugar mejor», manifestó el rnconero a este periódico en el Aeropuerto. Sigue creyendo en su potencial para crecer aún más y no aprecia límites en su progresión.
-Dijo en rueda de prensa el martes por la noche que se iba del torneo con el sinsabor de poder haber dado más ante Zverev. ¿qué sensaciones tiene ahora, menos en caliente?
-Al final, sé obviamente que he hecho muy buen torneo. Hice cuartos de final de un Grand Slam y sé que muy poca gente puede hacer eso. Estoy contento por esa parte, pero también un poco desilusionado por el partido de cuartos que hice. Sé que lo podía haber hecho mejor, pero ya física y mentalmente estaba al límite. Habían sido partidos los anteriores con muchas emociones y tensión y el cuerpo te va exigiendo más en cada ronda. Zverev, lógicamente, es un gran jugador y no me lo puso nada fácil.
-La impresión desde fuera es que hubo un momento clave, cuando se le marcha el primer set del partido, en el que tuvo dos situaciones de ir con 'break' arriba, ¿verdad?
-Sí, intenté ganar el primer set a toda costa para tener al menos eso en la manga y que pasara lo que tuviera que pasar después, ero al perderlo ya fue todo más cuesta abajo. Mentalmente fui decayendo y todo fue difícil. Con las molestias que tenía antes de salir a jugar y con las dificultades que noté por ese problema en la espalda, especialmente en el saque.
- ¿No se daba cuenta incluso en el primer set de que no iba a ser posible ganar?
-Totalmente. Estaba con muchas dificultades para sacar, pero incluso antes no sabía si iba a poder jugar, porque el día anterior y el mismo día no podía ponerme un calcetín. Estuve con el 'fisio' (Vicente Aguilar) muchas horas. Me puso una crema de calor que hacía que me ardía todo e hice lo que pude, y ya está.
-Más allá de ser Roland Garros y de llegar a unos cuartos de final no sé si lo que más debe de llenarle de orgullo es el hecho de haber sido el único superviviente en la ronda que no era un 'top ten'. Llegó como el 46º y saldrá el lunes como el 35º del 'ranking ATP'...
-Totalmente. Veíamos el cuadro y era el infiltrado ahí. Eso me sube la moral, me da más confianza para los próximos torneos, en los que sé que puedo llegar ahí. Tengo más potencial que dar. No he dado ni un setenta por ciento de mí. Puedo jugar mejor. También tengo la experiencia, esa tensión, grabada para los próximos torneos, esos nervios que controlar, y todo eso va sumando.
-¿Diría que la victoria ante Ruud fue el mejor partido de su carrera? Por lo menos si fue la cita más larga...
-Sí, Por todo lo que conllevó. Por cómo estaba la grada.
-Se creó un ambiente mágico...
-Totalmente. No había vivido ese momento, y fue fascinante cómo lo gestioné, porque Casper (Ruud) jugó también un muy buen quinto set, y eso también me lo llevo, porque sé que en Copa Davis, si la juego algún día, va a ser igual. Quiero dar las gracias a los chicos que me animaron y a toda la gente que había allí, porque gracias a ellos fui capaz de dar ese empujón.
-¿Cree que volverá a París y a unos cuartos de final en Roland Garros para su desquite?
-Sí. Tengo más potencial que demostrar y que dar. Sé que voy a estar en otros cuartos en otro año. No sé en cuál. Tengo esa experiencia conmigo y ahora lo que tengo es que ahorrar y ganar en tres sets algunos partidos (risas)... Porque esta vez ha sido bastante difícil.
-Jugó por primera vez en la Philippe-Chatrier este martes. ¿Le afectó de alguna manera en su juego su bautizo en la pista?
-Sí que es verdad que tanto la Suzanne Lenglen como la Chatrier son diferentes a las pistas de fuera, que son ultrarrápidas, y las de dentro, las de los estadios, son superlentas. Hay un cambio de ritmo en esas pistas. Las dimensiones fuera de la pista de juego me dan igual, incluso me viene bien que sean mayores para ganar sitio para restar a Zverev. Es más por el ritmo de bola, que va más lenta, que por otra cosa.
-No competirá al final la próxima semana en Queen's (Londres) para tomarse un descanso necesario. Entiendo que volverá en Eastbourne, para preparar la semana previa a Wimbledon y la hierba, ¿verdad?
-Sí. Esta semana me daré un poco de descanso, porque han sido dos semanas muy duras e intensas. Tengo que digerir todas estas emociones vividas, saber cómo llevarlo, porque ha sido algo bastante grande. Vamos a tranquilizarnos, y a seguir con nuestro trabajo y preparar la hierba lo mejor posible.
-¿Tiene posibilidades de entrenarse en hierba antes de viajar a Eastbourne?
-Bueno, tenemos una casa particular que tiene una pista de hierba, pero básicamente creo que lo que haremos será prepararla un par de días en el Lew Hoad. Al final, cogeremos la pista más rápida que tengan y la adaptaremos a hierba. Al final jugar en hierba es saque y tres bolas, no mucho más.
-No sé qué objetivos se plantea de aquí al final de temporada, porque al ser 35º del mundo este lunes, 13º de la ATP Race (el 'ranking' anual), y habiéndole perjudicado la congelación de puntos, no sé si ya ha cubierto metas...
-No, yo sigo igual. Incluso si llego a mi objetivo que era tocar el 'top 20' en el 'ranking' normal, pues seguiría para adelante. Si se puede llegar al 'top 15', pues bienvenido sea.
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