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En lo que a las gradas respecta fue, con mucha diferencia, el mejor de los dos días que van de torneo en la Billie Jean ... King Cup. El aliciente de España influyó, por supuesto, pero la increíble cantidad de polacos que se desplazaron hasta la explanada anexa al Martín Carpena, donde está ubicado el estadio de la competición, resultó abrumador.
La jornada estuvo llena de matices, empezando por la salida del equipo español, antes incluso de que comenzaran los partidos. Lo hicieron con la bandera de la Comunidad Valenciana y el himno de la región de fondo. La propia megafonía avisó de ello: «El equipo español ha pedido salir con el himno de Valencia». Y la plaza rompió a aplaudir en señal de honor. Cabe recordar que dos miembros del equipo son valencianos. La capitana, Anabel Medina, es de Torrent (Valencia), y la tenista que jugó el primer partido, Sara Sorribes, es de Castellón. Ambas saltaron a la pista emocionadas, en un momento en el que también se guardó un respetuoso minuto de silencio en memoria de las víctimas por esta catástrofe. El equipo español lució en las espaldas de sus chaquetas de paseo el mensaje 'Fuerza Valencia' y un lazo negro bajo la bandera que iba cosido en el pecho.
En lo deportivo, la jornada fue una fiesta. Las tenistas dieron un nivel altísimo en los dos partidos, sin fortuna final para España, y el público vibró con los protagonistas. Hicieron más ruido los polacos en el primer partido, aunque la cosa se igualó mucho cuando saltaron a jugar Paula Badosa e Iga Swiatek. Los polacos mostraron su apoyo incondicional a la deportista que ha dominado el tenis femenino en los últimos años, que es un auténtico fenómeno de masas en su país. Entonces, a eso de las tres de la tarde, el pabellón comenzó a llenarse para terminar por casi llenarse cuando el partido se puso más interesante, cuando Badosa le ganó el segundo set a Swiatek en un 'tie break'.
Pero sin duda, uno de los momentos más impactantes de la jornada llegó en el últimos set del segundo partido, con 4-1 en el marcador, muy cerca del final del partido. El partido se detuvo durante diez minutos por un problema en las gradas: el desmayo de una aficionada. No resultó nada grave y el partido se pudo terminar, aunque eso no evitó que a más de uno se le cortara al cuerpo a causa de este episodio. Las asistencias entraron para atenderla y por suerte, al final, todo quedó en un susto.
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