Los peores meses de Davidovich

Su bajón en las pistas ha sido evidente a la pàr que numerosos cambios en su vida, todos ellos elegidos: cambio en la preparación física al inicio de la campaña, la separación de su entrenador desde los 11 años, Jorge Aguirre, y de su psicólogo de cabecera, Antonio de Dios en primavera; el traslado de residencia, a Montecarlo, y ponerse en manos de Fernando Verdasco, del que admira su condición de exjugador de primer nivel (fue 'top ten'), lo que no tenía en Aguirre, como se le ha oído argumentar en las pocas ocasiones en que se le ha podido oír en público en este periodo de bache, reticente a las entrevistas.

A sus 25 años, nadie en el mundo del tenis puede pensar en que ya haya dado lo mejor que tiene, pero no sería el primer caso de descenso inesperado a las cloacas. En muchos casos vienen dados por problemas físicos. Se desconoce, pero no parece que sea este su ejemplo, más allá de la alarma de un episodio de lumbalgia (no fue a Wimbledon), que en un tenista puede tener perversos efectos crónicos.

Después de la ATP Cup, en la que sorprendió a un 'top ten' como Hurkacz, y más allá de la sorpresa ante Medvedev en Montreal, ha ganado solamente a jugadores que se mueven entre el 50-100 del ATP Ranking en su mayoría o incluso asiduos a Challengers como Lestienne, Barrere, Ruusuvuori, Maroszan, Shang (a este dos veces), Cazaux, Opelka, Krueger, Safiullin y los logrados ante Mensik (por retirada de este) y Machac, que no compareció. Mientras tanto, perdió contra Borges, Humbert, Struff, Mensik, Medvedev, Fils, Ruud (dos veces contra él), Korda, Lajovic, Rublev, Medjedovic, Tabilo, Thompson, Cobolli, Arnaldi, Tiafoe y Hijikata.

Renunció a los Juegos Olímpicos para evitar lo traumático de cambiar a tierra y luego pasar a rápida, y se la jugó en la gira norteamericana, sin grandes resultados. Como defendía semifinales del Masters 1.000 de Canadá y al ceder en primera ronda del US Open (con 66 errores no forzados ante Hijikata), se ha despeñado en el ATP Ranking, y no ha entrado tampoco en el equipo de Copa Davis. Lejos de su mejor tono, muy fallón, sin el físico de antaño, sigue dudando en los puntos calientes, algo que ha marcado su carrera, sin títulos y una sola final ATP. Pero este 2024 tiene un 5-15 de balance en 'tie breaks' (el año pasado acabó con un 14-14). Reaparecerá en China dentro de dos semanas y su 'ranking' ya le puede obligar a pasar por alguna fase previa de los cuadros, además de cruces iniciales duros.

Hasta aquí el análisis frío de datos y circunstancias. Lo demás tiene que ver con la cabeza de Davidovich y lo que él pretenda llegar a ser. De sus prioridades, de las personas en que confiar en su entorno. Pocos dudan de que en su tenis hay talento para mucho más incluso de su techo histórico, el 21º.