El calvario de Alejandro Davidovich (59º) no tiene fin. Empeñado en despeñarse en el ATP Ranking, su peor año como profesional va a ssuponerle consecuencias graves, menores que las que pueden llegar en el futuro si no acaba de ordenar su mente y dejarse asesorar ... bien. Se preveían tormentas en Flushin Meadows en la primera jornada del torneo, pero estas no llegaron finalmente, y lo único que sucedió en la pista 6, cerca de las tres de la madrugada de este martes (hora española), fue la consumación de un nuevo episodio del drama del malagueño, que cedió por 6-7 (1), 6-3, 4-6 y 3-6 en 3 horas y 19 minutos ante el australiano de ascendencia nipona Rinky Hijikata (65º).
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'Aces': 6/8
Dobles faltas: 6/8
Primeros servicios dentro: 63/53%
Puntos ganados con primer saque: 62/70%
Puntos ganados con segundo saque: 43/45%
Puntos de 'break' convertidos: 7-16/8-16
Total de puntos ganados: 135/143
Puntos ganados al saque: 80/78
Otrora el duelo no habría tenido mucha chicha, pero al Davidovich actual se le complica todo. Se enreda en los partidos de forma incomprensible si los domina y dimite cuando se le complican. Por ejemplo, un primer set que empezó dominando fácilmente (2-0) para empezar con una racha preocupante de errores no forzados, perdonar cuatro 'set points' en dos turnos al resto en puntos de intercambio jugados con un tanto de precipitación y ceder siete seguidos en la 'muerte súbita', un clásico del malagueño en lo que va de año, con un 5-15 de balance en esos juegos decisivos (el año pasado acabó con un 14-14).
Había que pellizcarse para ver a Davidovich un set abajo teniendo en cuenta las condiciones de su rival. Sin un gran servicio este martes, tampoco le presionó demasiado Hijikata con primeros, siendo la mayor virtud de este la paciencia para jugar desde el fondo y propiciar contraataques con el golpeo en determinados momentos.
Desajustado en sus ataques, Davidovich regaló en el partido seis juegos al saque en los que tuvo 40-0 o 40-15, muestra de su tono errático. Sucedió en uno nada más romper a Hijikata en el segundo, aunque una sucesión de 'contrabreaks' le dio el set. Parecía que todo volvía a la lógica, pero una vez más el rinconero se relajó en el arranque del siguiente periodo y otra vez se vio remando por detrás. Fue muy duro perder el saque cuando igualó al fin para el 4-4 y se tuvo que sentar en la silla un set abajo (1-2).
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Obligado ya a ganar a cinco mangas tampoco llegó una reacción firme del malagueño. Para entonces Hijikata tenía cada vez más claro que la victoria pasaba por ejercitar la paciencia. Los errores no forzados casi siempre llegaban por parte del malagueño, nada menos que 66 en el choque, presenciado en directo por el capitán de Copa Davis español, un David Ferrer que seguramente haya decidido ya que Fokina no ocupará el hueco libre en el equipo para Valencia.
Pese a ventajas de 0-2 y 1-3, Davidovich no iba en serio y entregó cinco juegos seguidos con gestos de desagrado en los descansos y resignado a su suerte, sin rebelarse en los últimos puntos, otro detalle que no habla bien de la competitividad con la que debe conducirse al nivel de excelencia al que le permitieron llegar sus años anteriores de trayectoria.
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Está por ver cómo cierra el curso Davidovich, que no irá a China y al que le quedan apenas dos Masters 1.000 como buenas opciones para remontar puestos en el 'ranking'. La necesidad de jugar fases previas en algún torneo es un problema cada vez más cercano.
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