Davidovich no se quema en la caldera de Melbourne tras imponerse a Bublik

El parón irrumpió en el arranque de la tercera manga, pero todo el duelo estuvo marcado por las duras condiciones de juego y se decidió a favor del español, que se impuso por 6-0, 6-7 (3), 3-6, 6-4 y 6-3 en tres horas y 12 minutos, una duración de partido no excesivamente severa jugando a cinco sets, para pasar a la segunda ronda del Abierto de Australia.

El choque fue de nuevo una batalla mental. Bublik comenzó muy frío. Ganador ya de un torneo en el circuito, el ATP 250 de Montpellier de 2022, es un jugador muchas veces indescifrable, capaz de lo mejor y de lo peor. Por eso puede ser temible para un 'top ten' o incluso dejarse ir ante un tenista de nivel Challenger. Se anotó una veintena de 'aces', una cifra tampoco espectacular a cinco mangas, y menos con 17 dobles faltas y siendo el sexto mejor sacador en activo. Conocido también por sus excentricidades en la pista y alguna que otra declaración polémica, perdió en blanco el primer set, con 19 errores no forzados en apenas 25 minutos. Ver para creer para Davidovich, que estaba preparado para una cita mucho más dura.

Todo cambió después. Aunque el malagueño tuvo de nuevo un punto de 'break' en el primer turno al resto, ya no hubo más en ese segundo set, que se resolvió a favor de Bublik en la 'muerte súbita'.. Había mejorado el kazajo, pero seguía siendo algo más fiable el malagueño aún, sin que apenas se vieran intercambios en la pista.

Pero tras irse de nuevo con 2-0 en el arranque del tercer periodo, el choque (que comenzó a las 2.30 de la madrugada en España, diez horas más en Melbourne) se tuvo que interrumpir más de casi cinco horas y no le fue nada bien al pupilo de Jorge Aguirre, que perdió cuatro juegos seguidos a la reanudación, cuando hasta entonces ni siquiera había ofrecido opciones de ruptura a su rival con su servicio.

Casi sin darse cuenta se vio un set abajo ante un Bublik que lentamente se iba entonando al saque, concentrándose cada vez más en conseguir 'aces'. Los errores no forzados de Davidovich comenzaron a castigarle y con 2-4 paró el partido incluso para pedir una pastilla. Todo fue a peor en el cuarto set. El momento clave fue cuando el rinconero se vio con 3-3 y 15-40 al servicio. Salvó como pudo dos bolas de 'break' que parecían casi de partido y luego impuso su jerarquía para llevarse el choque.

En primer lugar recibió un regalo de Bublik, que ante la presión de verse al saque con 5-4 cometió tres fallos seguidos y se puso con 0-40. Entregó el set con un 'break' en blanco y llegó a la manga decisiva con la desventaja psicológica de que su rival empezaba sacando.

Ahí Davidovich exhibió más fortaleza mental que su rival. A medida que avanzaba el set decisivo crecía la tensión en la pista y el malagueño no desaprovechó la primera y única opción. Logró el quiebre decisivo en el octavo juego y no le tembló el pulso para cerrar el triunfo, en una revancha tras la derrota encajada en 2021 en el Godó en tierra ante el mismo rival. Ahora le espera el norteamericano Tommy Paul (35º) , que se deshizo con más facilidad del alemán Jan-Lenard Struff (167º) por 6-1, 7-6 (6) y 6-2 en sólo una hora y 45 minutos.

Uno y otro tenista nunca se han enfrentado, pero se ha dado la curiosa circunstancia en el sorteo del cuadro de que Davidovich, siendo el 30º cabeza de serie y pudiendo así eludir en las dos primeras rondas cruces contra cualquiera de los 32 mejores, haya tenido que medirse a los dos mejores tenistas posibles por 'ranking'. Bublik ya está fuera. Ahora queda el reto ante un Paul que rinde bien en pista dura y que ganó en Estocolmo en 2021 y fue cuarto finalista en 2022 en los Masters 1.000 de Montreal y de Paris-Bercy.