ENRIC GARDINER
MADRID
Lunes, 21 de enero 2019, 13:51
Pablo Carreño no se lo podía creer. Mandaba en el marcador por 8-5 en el súper 'tie break' del quinto set -modalidad de desempate a diez puntos introducida este año- cuando un intento de 'passing shot' toca en la red, la bola cae muerta ... sobre la línea y cuando Nishikori golpeaba la pelota, la juez de línea canta mala la pelota del español.
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Carreño estaba en la otra esquina, merced al golpeo del japonés, que tenía el punto ganado. Sin embargo, la decisión de la juez de cantar mala la pelota le anima a pedir el ojo de halcón. La tecnología le da la razón, pero el juez de silla, el australiano Thomas Sweeney, decide que el punto es para el nipón entendiendo que Carreño nunca hubiera llegado a la devolución del siguiente golpe. El español no se lo puede explicar, había acertado el ojo de halcón y perdido el punto; algo inédito. Comienza una discusión en la que ya no tiene nada que ganar porque el árbitro no va a cambiar su decisión. El punto se debería haber repetido, al haber cantado la bola mala la juez antes de que Nishikori golpeara la pelota, el árbitro no lo interpretó así y Carreño perdió los nervios y los cuatro siguientes puntos, terminando su actuación en el torneo.
Un final inmerecido tras una batalla de cincos horas y once minutos (6-7 (8), 4-6, 7-6 (4), 6-4 y 7-6 (8)) en la que Nishikori selló su pase a los cuartos de final a costa de un Pablo que se quedó a las puertas de pisar sus terceros cuartos, los primeros en Australia.
El súper desempate, novedad de esta edición para evitar los partidos interminables, llegó tras cinco horas de tensión, batalla y sufrimiento sobre la pista. Carreño lideró con dos sets de ventaja y rotura a favor en el tercer (3-2), pero se achicó para cerrar el encuentro y dio vida a un Nishikori que ya ha tenido que acudir a los cinco parciales en tres ocasiones este año.
El japonés se apuntó los dos siguientes sets y en el quinto dispuso de saque para rematar el encuentro. Sin disponer de pelota de partido, Carreño le rompió y llevó la manga al desempate, donde la discutible decisión lo cambió todo.
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Del 8-5 a favor del asturiano se pasó al 8-10 a favor de Nishikori, quien firmó el final del partido con un saque directo. Carreño, sintiéndose ultrajado, no le dio la mano al árbitro -sí a su rival- y tras recoger su equipamiento comenzó a insultar al juez mientras abandonada la pista. Un final inmerecido para el que podría haber sido el tercer español en cuartos, tras las presencias confirmadas de Rafael Nadal y de Roberto Bautista.
Quedará por ver una posible sanción a Carreño por los insultos y una poco probable explicación de la jugada por parte de Sweeney.
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