Davidovich cede lesionado ante Paul en el Abierto de Australia

Mermado en su movilidad, sin atrevimiento, sin golpear desde buenas posiciones, sin la fuerza suficiente, era una temeridad desbancar a un 'top ten' como Paul (ya es noveno en el 'ranking live', aunque partiera como duodécimo favorito del cuadro), un tenista siempre impertérrito y que no regala nada. En esencia el tenis es así, como deporte individual que es, y si un contendiente juega mermado sus posibilidades se reducen a la nada. No hay milagros.

Sin embargo, Davidovich, por respeto al rival y al torneo, con continuas deliberaciones con su entrenador, David Sánchez, en un 'box' a pie de pista, en un córner de la Margaret Court (novedad este curso, con un 'coaching' más natural en las gradas principales), decidió seguir en el partido, aunque era notorio que en cada punto no estaba a sus máximas facultades.

El partido ya empezó torcido, con el 'break' inicial, en una bola afortunada de Paul a la cinta de la red. Y con 1-3 y 40-40 llegó el punto que marcó la suerte del malagueño, en su cuarta presencia en unos octavos de un Grand Slam (tras los US Open de 2020 y 2022 y el Roland Garros de 2021, en el que pisó los cuartos), después de dos partidos seguidos remontando situaciones con dos sets abajo (ante Auger-Aliassime y Mensik), en ese contrapié referido.

Nada volvió a ser igual. Sólo el tesón, la dignidad y el orgullo de Davidovich le mantuvo en juego y empezó también un escenario complicado para Paul, porque la tensión no es la misma cuando se ve al rival claramente limitado en su desempeño, y por momentos también se relajó.

Aún estando muy limitado Davidovich ganó dos juegos, se tomó un 'toilet break' al final de la segunda manga para analizar la situación con su entrenador y darse más tiempo y mejoró ligeramente en la tercera manga, en la que tuvo dos bolas de 'break' con 1-3 para intentar haber igualado el tanteo, pero era poco menos que imposible, y por ello Paul, en su saludo final con su rival y en la entrevista tras el partido agradeció la tenacidad de su oponente con suma deportividad.

Ahora Davidovich se someterá a pruebas médicas este lunes para determinar si puede acuder a la llamada del equipo español de Copa Davis. Su capitán, David Ferrer, le ha seguido en la grada en todas sus actuaciones, y podría confiar en él para duelos individuales en la serie en Biel ante Suiza, en 'indoor' (el fin de semana del 1 y 2 de febrero), que se jugará en el formato tradicional de cuatro choques de 'singles' y uno de dobles.

La Davis es un torneo maldito para Davidovich, y no la pudo jugar en ninguna de las tres Finales de Málaga, pues le ha coincidido con momentos de lesión o bajón deportivo. En todo caso, en febrero acudirá a Norteamérica a los ATP 250 de Dallas y Delray Beach, ha mejorado varias posiciones en el ATP Ranking (era el 59º este domingo), y ha podido comprobar que puede dar un paso adelante en su tenis para hacer una buena temporada y tratar de acercarse de nuevo al 'top 30' su espacio natural por talento y potencial.