Un desconocido Davidovich se despide del Abierto de Australia

Era una oportunidad pintiparada para superar su techo de la segunda ronda en el torneo, pero por hache o por be se le atraviesa este primer Grand Slam o, en general, los inicios de temporada, por más que llegara invicto a la cita este 2024. Aunque ganó sus dos duelos individuales en Perth en la United Cup, en Melbourne sus sensaciones fueron otras y resulta difícil argumentar el 6-7 (7), 3-6 y 3-6 ante un rival de un potencial claramente inferior y que no necesitó hacer un gran partido para ganar en apenas dos horas y cuarto.

¿Sufría un problema físico el malagueño? Sólo él lo sabrá, pero su apatía en la pista podía denotarlo, así como el poco ritmo de piernas y la escasa continuidad en su juego, que le condenaron contra todo pronóstico, en un cuadro en el que partía como cabeza de serie y muy buenas opciones de plantarse en dieciseisavos.

Ya en el primer set se pudo comprobar que algo se escapaba a la normalidad. Davidovich apenas abrió ángulos con su juego, no terminó de dominar nunca con su derecha y dejó escapar sendas ventajas de 'break' a favor y se condenó a jugar un 'tie 'break' después de una bola que no tocó la línea por milímetros. También fue arriba en la 'muerte súbita' y su primera doble falta en el partido le penalizó con 7-7.

Lejos de reaccionar a un guión de partido en el que sólo cabía mejorar, fue a menos en sus prestaciones, muy poco comunicativo con su equip de trabajo en la grada. Desaprovechar dos bolas de ruptura en el cuarto juego lo terminó de sacar del partido. Llegó el temido 'break' y muy poca oposición en los siguientes turnos al resto para evitar verse con dos sets en contra.

Borges, un jugador formado en una universidad norteamericana que bordea su mejor 'ranking', no mostró un gran servicio en todo el partido y se había hecho con la primera manga con 32 errores no forzados, pero pasó a jugar con muchos menos después, con viento a favor, cada vez más a partir de los fallos de su oponente.

Tampoco hubo un volantazo en el rumbo del encuentro en el tercer set. Malogró tres 'break points' Davidovich en los dos primeros turnos de Borges al servicio, alguno con opciones de haber podido sacar más rédito, y se abocó a caminar sobre el alambre hasta que se cayó de maduro. El luso logró el quiebre en el noveno juego y ahí se acabó la gira australiana del tenista rinconero.

Ahora reaparecerá en Marsella como séptimo favorito en la Lista de Entradas, en un calendario liviano en este inicio de temporada, como tratand de exprimir al máximo las opciones. Lo cierto es que había preparado con mimo este Abierto de Australia el malagueño, llegando muy pronto a Melbourne y reservándose de competir en las dos semanas previas, pero nunca se sintió cómodo en la pista, si es que no le sucede algo que no haya trascendido.