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Un nuevo hito en la pujante carrera de Alejandro Davidovich (109º en el 'ranking' ATP): a sus 20 años y tres meses, un título en un torneo Challenger, el logrado ayer en la LVII Copa Sevilla, en tierra batida (en realidad, albero). A la ... cuarta fue la vencida. Tras las finales cedidas en Szczecin (2018), Bangkok y Génova (este año), al fin llegó la corona, la segunda de su carrera, tras el Future de Quinta do Lago (en Portugal), pero la de más valor hasta ahora.
Como sucediera hace una semana en Génova, Davidovich remontó un set ante Jaume Munar (112º y primer favorito) para imponerse en dos horas y 24 minutos por 2-6, 6-2 y 6-2. El malagueño tuvo un punto de inflexión claro en el choque, a raíz de una atención médica recibida con 1-0 y 40-40 con su saque en la segunda manga. Se cernían claras dudas incluso de que pudiera continuar en la pista. Todo parecía en su contra después de un primer set en el que fue víctima de los errores no forzados y la desesperación en muchas fases.
Para empezar el rinconero desperdició cinco bolas de 'break' en el tercer juego (con 2-0) y eso actuó en su contra buena parte del choque. Como se preveía, el pupilo de Jorge Aguirre enfrentó su tenis agresivo y profundo con el de un jugador mucho más conservador y que se dedicó en el primer set a ir sacando rédito de los regalos de su rival y de sus dificultades con el segundo saque. Pero Davidovich salió más vivo de lo que parecía tras el parón incial en el segundo set y comenzó su excepcional remontada. Cerró su saque (1-1) y logró el 'break' al juego siguiente, y el partido giró totalmente. Comenzaron a entrar los golpes ganadores del tenista asentado en Fuengirola, que se marchó en el marcador, hasta el punto de que el tranquilo Munar imitó la conducta de su contrincante: también rompió la cabeza de su raqueta. Para entonces, ya tenía el choque casi perdido en el curso del tercer set, que también se desniveló pronto. Aunque pareció que a Davidovich le iba a costar cerrar el partido, con 0-40 con su saque y 5-2, se repuso con cinco puntos consecutivos. Todo acabó con un revés que se fue por el lateral y con el joven malagueño tumbado en el albero presa de la emoción.
«Gracias por apoyarme todos estos años –le dijo después a su familia– en la ceremonia de premios, con el consejero de Educación y Deportes, Javier Imbroda, y el presidente de la Federación Española de Tenis, Miguel Díaz. «Espero que sea uno de muchos», añadió y agradeció también el apoyo de su novia, su equipo de trabajo y numerosos amigos que acudieron desde tierras costasoleñas a apoyarle. De hecho, la grada del Real Club de Tenis Betis siempre estuvo con él, por su tenis más atractivo. Deportivo con Munar (que llegó a ser 52º y ahora se ve superado por Davidovich, dos años más joven), con el que ha compartido entrenamientos y varios duelos, le dijo: «Espero que estemos juntos en la Copa Davis próximamente».
Pese al triunfo Davidovich no sumará los 90 puntos que concede como premio el torneo, ya que defiende 80 de su subcampeonato en Szceczin hace un año. Sin embargo, ascenderá posiblemente dos puestos más hoy, hasta el 107º y se situará aún más cerca del objetivo de cerrar el año en el 'top 100'. Lo podrá conseguir esta semana en el Challenger de Biella (Italia), que encara como el primer favorito del cuadro y en el que empezará a competir seguramente el miércoles. Ha encadenado una semifinal, una final y un título en tres semanas.
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