Iga Swiatek: la ex número uno que convive mal con la presión

A sus 19 años Iga fue la primera mujer en ganar Roland Garros sin perder un set desde Justine Henin en 2007, y a día de hoy, con sólo 23 años, ya es la séptima jugadora que más semanas ha permanecido como número uno mundial en la historia, con 125, sólo por detrás de leyendas como Steffi Graf (377), Martina Navratilova (332), Serena Williams (319), Chris Evert (260), Martina Hingis (209) y Monica Seles (178), la que tiene más a tiro.

Desde la decadencia de Serena Williams el tenis femenino carecía de un referente que le diera más dimensión global e impacto, con una ganadora distinta por Grand Slam cada temporada, algo insólito en el circuito. Apareció esta tenista alta (1,76 metros), delgada, pálida y tímida, para dar el golpe.

El devenir de los meses ha permitido conocer mejor quién es Iga Swiatek y también sus debilidades. El aspecto mental siempre ha marcado su trayectoria. Durante muchos años Daria Abramowicz la ha guiado en este camino, y es que hasta los mejores sufren, máxime en un deporte individual tan basado en el equilibrio psicológico como el tenis. «La presión de ser el centro de atención nunca fue algo que disfruté demasiado», ha reconocido recientemente, quizás como lectura positiva de verse relegada desde finales de octubre por Aryna Sabalenka de la condición de número uno. A diferencia de 2022 y 2023 no despedirá el año en la cima. La bielorrusa, mucho más extrovertida, una bailarina impenitente, con descaro en las redes sociales, la ha relegado por muy pocos puntos, y cabe pensar que Swiatek puede recuperar pronto la corona.

«El año pasado, en 2023, sentí mucha ansiedad y presión por ser la número 1 del mundo», ha admitido Swiatek, que ha descubierto su secreto en la pista para aislarse. «Intento no pensar en el marcador. A veces incluso olvido cómo va la puntuación. Sólo me concentro y me mantengo ocupada pensando en la técnica, la táctica». Swiatek, con mucha profundidad en sus golpes, pese a no ser especialmente musculada y potente, destaca más en tierra que en superficies rápidas y cambia poco el guión en la pista. «Para mí, uno de los problemas es que no quiere jugar a la defensiva. A veces debería replegarse cuando el ataque no va tan bien. Sigue intentando golpear fuera. Me sorprende un poco que no se haya adaptado, pero es joven», comentó recientemente John McEnroe, de los pocos que puede criticar su juego desde las alturas.

Después del US Open Swiatek se separó de Tomasz Wiktorowski, su entrenador en estos últimos tres exitosos años, y se ha encomendado al belga Wim Fissette, el ex de numerosas tenistas que han pasado por el número uno o cerca: Naomi Osaka, Angelique Kerber, Qinwen Zheng, Simona Halep, Kim Clijsters, Victoria Azarenka, Sabine Lisicki y Johanna Konta.

Swiatek ha ganado un US Open (2022) y cuatro Roland Garros (2020,2022, 2023 y 2024), además de las WTA Finals de 2023 y el bronce olímpico en París. Pero pese a ese gran palmarés no ha ganado la Billie Jean King Cup. De hecho, debuta esta tarde en Málaga en unas Finales. Aunque se había descartado del cartel hace semanas, al haber tenido un calendario menos duro (no acudió a la gira asiática) se ha reenganchado a la pelea.