Global Racket: talento local para hacer posible el Málaga Open

P ocas veces, por no decir casi ninguna, un evento deportivo internacional en Málaga tiene una empresa organizadora local detrás. Es el caso de la primera edición del Málaga Open ATP Challenger (desde el domingo 26 al 3 de junio), un proyecto de Global Racket, que puede presumir de ser también la única firma que proporciona una asistencia integral para la práctica del tenis, con cuatro líneas de negocio: gestión deportiva (también en pádel), soluciones de equipamiento deportivo e instalaciones; software de gestión (alquiler de pistas y cursos) y organización de eventos.

Al frente de Global Racket, una empresa que oscila entre quince y veinte trabajadores, se encuentra el joven malagueño Omar El Founti (de ascendencia norteafricana), que con sólo 28 años es la cabeza visible de este Málaga Open y el director ATP español más joven. Un auténtico 'friki' del tenis, que ejerce también de árbitro ATP y que empezó a jugar con apenas 6 años al deporte de la raqueta en las pistas de La Roca, instruido por Paco Cerveto.

«Con 18 años, como descarté la parte de la competición profesional, surgió en 2010 entre un grupo de amigos la Asociación de Tenistas Malagueños para promocionar el tenis a nivel local», explica El Founti, en la que estaba también, además de Cerveto, José Pascual. Es el precedente de Global Racket. «Queríamos hacer un torneo amateur, porque había una demanda que no se cubría en la ciudad por parte de los grandes organismos. Al año y pico éramos doscientos socios y surgió la necesidad de irnos a una instalación deportiva para seguir la actividad», añade.

En la primera edición de la Fiesta del Deporte, en 2011, fue cuando la asociación entró en contacto con Inacua. «En 2012 empezamos a colaborar con ellos para montar la actividad de tenis en la instalación, y se hicieron dos pistas en la zona de césped, con hierba artificial. En esa época, cuando le planteamos a Inacua la colaboración, nos dijeron que sí y apostaron por el Centro de Raqueta, que nosotros aún no podíamos financiar. Surgió así una relación de trabajo y amistad, y conseguimos pagar la obra, con los ingresos de alquileres y clases, porque las dos pistas de hierba siempre estaban llenas».

No mucho tiempo después en sus pistas compitieron en una final de un Open nacional Carlos Alcaraz y Alejandro Davidovich, con triunfo del malagueño y ahora instalados en el 'top 30' mundial. Omar El Founti dejó sus estudios (cursaba 3º de Informática en la Universidad de Málaga) y se dedicaron de lleno a la gestión del Centro de Raqueta, que ahora va a disfrutar de un claro impulso con el Málaga Open. Por lo pronto, va a servir para remozar las cinco pistas duras con nueva resina, en las que se disputará el torneo (dos de entrenamiento y tres de competición). Además, hay dos de tierra que permanecen sin uso, pero que está previsto convertir en duras. «El Ayuntamiento pidió en el pliego dos pistas de tierra, pero su mantenimiento es costoso. En estas de polvo de ladrillo hay que pagar más, porque necesitaríamos muchos ingresos», se justifica El Founti, que añade que un ATP Challenger en sus instalaciones «viene muy bien para muchas cosas, para concienciar de que nuestra ciudad necesita eventos internacionales de calidad y para crear mucha más afición». «Está cerrado el evento para tres años y eso te marca un nivel de exigencia», añade.

El Málaga Open no sólo presume de organización local, sino de que el «99 por ciento de los proveedores son de aquí». «Hemos creado evento sostenible en colaboración con el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento», se congratula. Entre otros aspectos novedosos, habrá luces led en la pista central (con gradas portátiles que se levantarán desde el día 20), que es la única en la que se jugará en sesión nocturna y que reducirá el consumo en el 60 o 70% y hará posibles las transmisiones en Eurosport (que cubrirá el torneo desde la ronda de cuartos de final).

Asimismo, habrá un transporte sostenible, con vehículos eléctricos de KIA y trayectos compartidos desde los hoteles Campanile y Posada de España. En cuanto al agua, Emasa, uno de los patrocinadores, la va a ofrecer a los asistentes de forma gratuito en un envase ecológico (de un material parecido al aluminio, y con el logo del torneo) que sí será de pago, y se instalará una docena de fuentes de agua filtrada y enfriada. «Con los jugadores vamos a ofrecer botellas de agua que se depositarán en un contenedor tras su uso y se reutilizaran con desinfección. Hemos creado también un protocolo sanitario con la ATP y seremos los primeros en hacerlo».

Hay más. En su compromiso con la ciudad se va a dar oportunidad a jugadores locales nada consagrados de pelear por su acceso a la fase previa. Desde el viernes 10 y hasta el sábado 18 hemos creado el torneo denominado 'Todos los caminos llevan a Málaga', una competición federada y en la que el ganador va a recibir una invitación a la previa. «Dar una 'wild card' a un malagueño estaría justificado, pero tenemos seis jugando Futures y discriminar no es lo mas acertado», explica El Founti, que señala nombres como los de Alejandro Turriziani, Mario González, Keanu Immler y Óscar Lanceta.

El Founti cuenta los días para el Málaga Open y cruza los dedos para que todo salga bien. «Es una responsabilidad brutal. No es sólo lo que se ve, sino garantizar que económicamente el torneo salga adelante (financiándose con las entradas, con precios de 15 euros diarios y 60 el abono semanal) o que, desde que aterrizan aquí, unos 70 u 80 jugadores son nuestros: hay que atenderles para comida, hospedaje, lesiones, encordar raquetas...). Lo más importante no es que se llene el torneo, sino cuidar al jugador para que hable con otros jugadores y repita».

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