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Novak Djokovic regresó a los entrenamientos el pasado lunes en las pistas del club Puente Romano, pero lo que debía ser una sesión discreta ... se convirtió en viral después de que el propio tenista colgara un vídeo en las redes sociales. Las reacciones no se hicieron esperar y el club se vio obligado a aclarar que sus puertas se habían abierto para el número uno del tenis mundial por una ala interpretación de las normas vigentes por el estado de alarma de la que exculpó al jugador. No será hasta el lunes, si la provincia de Málaga pasa finalmente a la Fase 1 de la desescalada, cuando el club podrá volver a abrir sus puertas y el tenista serbio, coger la raqueta nuevamente.
Mientras tanto y a la espera de ese momento, Djokovic, que pasa la cuarentena en Marbella, ha tenido que cambiar la pista de tenis por el ejercicio a pie de mar. Este jueves salió a correr a primera hora por la playa, lo que sí está permitido desde el pasado sábado, y al terminar, poco antes de las nueve de la mañana, aprovechó para refrescarse brevemente en el agua. El tenista no se sumergió ni nadó, lo que hubiese supuesto un nuevo incumplimiento de las normas vigentes, sino que simplemente entró unos pocos metros para refrescarse tras realizar ejercicio.
Para su entrenamiento, el actual número uno del tenis mundial eligió la playa de El Ancón, en plena Milla de Oro y a escasa distancia de Puente Romano, donde lo esperan a partir del lunes. Djokovic, que iba solo, aprovechó que en ese momento la playa se encontraba casi vacía. Sólo coincidió con otro corredor, que lo reconoció y le pidió una foto, a lo que el tenista accedió.
La estrella serbia suele pasar largas temporadas en Marbella, donde reside uno de sus hermanos y en las que suele compartir tiempo con el extenista y entrenador español Pepe Imaz. En esta ocasión, la crisis del coronavirus y la obligación de confinarse lo sorprendieron en la ciudad, por lo que su estancia está siendo más prolongada de lo habitual. Cuando el pasado lunes acudió a Puente Romano lo hizo acompañado del tenista marbellí Carlos Gómez Herrera, de quien lo separan 427 posiciones en el ranking mundial, con quien se entrenó durante una hora. El propio Djokovic grabó con su móvil un intercambio de golpes y subió el vídeo a Instagram. Las reacciones contra el incumplimiento de las normas todavía vigentes por el estado de alarma, que solamente permiten ejercitarse en solitario, no tardaron en aparecer.
El club lanzó un comunicado en el que explicó que sus puertas se habían abierto por petición de Djokovic, que utiliza habitualmente sus pistas cuando está en Marbella, y asumió la responsabilidad de lo sucedido por una malinterpretación de las normas vigentes, de la que exculpó al tenista. El próximo lunes, si todo va bien, el serbio podrá volver a cambiar la arena de la playa por la tierra batida.
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