Una derrota al más puro estilo Davidovich

Pero el malagueño perseveró hasta el 5-3 y 0-30 al resto para presionar, pero tampoco, y tras el 5-4 le superó totalmente la presión, como en aquellas cinco bolas de partido seguidas ante Rublev en un 'tie break' para cerrar una victoria o el recordado 8-5 contra Rune en un 'super tiebreak' de Wimbledon. No se sabe cómo se recompuso para otra bola de ruptura y forzar una 'muerte súbita', y no pudo ser igualmente. La carrera que se dio Kecmanovic tras la victoria para ir al otro lado de la pista a consolar a su rival denotaba que él mismo no era consciente de cómo había podido ganar, porque fue su oponente el que se lo regaló. Perdió Davidovich y tendrá que seguir aprendiendo para evitar que se repitan estas situaciones más veces en el futuro. En lo positivo, otra gran semana, como la de Melbourne en enero.

Pese al viento en la pista, que soplaba en contra en uno los dos dos lados, los dos tenistas entraron al partido con porcentajes altísimos de primeros, pero Davidovich tenía claro que las opciones iban a estar sobre los segundos saques del serbio, muy pobres. Aunque Kecmanovic se cobró puntos sencillos con primeros, el rinconero estuvo consistente y paciente hasta su momento. Salvo un primer punto de 'break' al inicio, y aprovechó las opciones en el sexto, con buenos restos. Del quiebre en blanco se pasaba a un escenario en el que Davidovich tenía que sostenerse para cerrar el set, y no hubo problemas, incluso con un fenomenal globo, y tomó una ventaja que podía ser crucial ya en el partido cara a liberarse de nervios. Había servido con un 77% de primeros y un 75% de puntos ganados con ellos, Cifras muy esperanzadoras.

Se conocían mucho los dos tenistas, que rivalizaron por el número uno mundial en su etapa júnior. De hecho Kecmanovic le derrotó en Wimbledon en esta categoría, en el Challenger de Ningbo en 2018, en las Next Gen Atp Finals de 2019 (con otro formato) y en el ATP 500 de Basilea de 2022, en 'indoor'. Quedaba claro, pues, que quedaba remar mucho.

En efecto, Kecmanovic subió el nivel, la intensidad en la segunda manga. Davidovich había conseguido hasta entonces puntos fáciles, pero elevó la presión hasta romper pronto y consolidar la ventaja para el 4-1. Apareció el tenista intermitente de gran parte de su carrera. En un santiamén se fue el set, en el que sólo sumó seis puntos, su rival encadenó catorce para cerrarlo y ganó todos los que jugó al saque con primeros, por un 25% de Fokina, que en el último juego, al resto, se dejó ir cara a empezar sirviendo en el set final.

Tenía que agarrarse a algunas sensaciones, pero lo único que tuvo en su mano fue usar un 'toilet break', un paréntesis de mayor duración para ir al aseo y resetear su mente. Ganar el primer juego al saque detuvo la sangría, pero se llevó un pequeño corte en su mano derecha. Volvió el mejor Davidovich hasta dispararse hasta el 4-1 y bola para el 5-1, pero el final ya es de todos conocido. Desde mañana (tendrá más descanso como finalista en la semana previa) acude al ATP 500 de Río de Janeiro, en tierra, en el que se prevén unas condiciones de calor muy altas y donde le espera en la primera ronda su compatriota y amigo Pedro Martínez.