Alejandro Davidovich (26º) tuvo el privilegio de abrir el calendario de la temporada 2024 (aunque aún sea 2023) en el ATP Tour y lo hizo llevando en volandas a España en la primera jornada de la United Cup. El triunfo ante Brasil tuvo su sello. ... Su papel fue clave en el 2-1 final de la serie, al dominar con claridad ante Thiago Seyboth Wild (79º) en el duelo inicial (6-4 y 6-0, en 1 hora y 27 minutos) y decidir con otro triunfo en el dobles mixto, junto a Sara Sorribes, contra Marcelo Melo y Beatriz Haddad Maia, por 6-4 y 7-5 (en 1 hora y 37 minutos).
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El hecho de haber ganado estas dos citas por dos sets a cero puede tener su peso, a pesar de que en el segundo choque Sorribes (48ª) cediera también por la via rápida por 6-7 (1) y 2-6) ante Haddad Maia (11ª). Hay que tener en cuenta el formato del torneo: nueve selecciones en cada sede (Perth y Sydney) repartidas en tres grupos de otros tantos equipos, de forma que pasan a las semifinales los primeros de cada 'round robin' y el mejor segundo, algo que seguramente vendrá dado por el coeficiente de sets a favor y en contra.
España debe medirse ahora la madrugada del lunes (desde las 3.00, en la Península) a la poderosa Polonia, que llega con un 'top ten' como Hubert Hurkacz (9º) y la número uno mundial femenina, Iga Swiatek. Una pareja explosiva, en especial en una superficie tan rápida como la del torneo.
La primera version de Davidovich fue muy ilusionante. Tranquilo, confiado y concentrado, pese al incidente inicial del mal funcionamiento del sistema electrónico de arbitraje, que le quitó el primer punto de partido, con un saque de Seyboth Wild claramente largo. Aunque el partido tenía pocos intercambios desde el fondo y transcurría sin sobresaltos, en el séptimo juego se desataron ya las hostilidades y llegó el primer 'break' del malagueño.
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Todo lo que vino a continuación fue rodar cuesta abajo. Seyboth Wild, la gran esperanza de un tenis brasileño casi sin un referente de verdad desde 'Guga Kuerten', se desenvuelve mucho mejor en tierra (gano en primera ronda de Roland Garros este 2023 a Medveded, y superó a Davidovich en Río de Janeiro en 2020, en el único precedente), y perdió el hilo del choque. Aunque salvó bola de set sirviendo con 3-5, cedió la manga después (4-6) y no sumó un juego en todo el segundo periodo, donde se elevó preocupantemente su cuota de errores no forzados.
Al otro lado de la pista Davidovich servía con mucha autoridad y no tuvo que afrontar ni un solo 'break point' en el duelo. «Sigue con tu rodillo, que no respire», le decía su entrenador (a la sazón, capitán 'in pectore' del equipo español) ya con 5-0 para que no bajara su nivel de confianza. «Para mí no ha sido como el primer partido del año, sino el último», comentó medio en broma en la entrevista a pie de pista un Davidovich que ha pasado la Navidad en Australia en manga corta. «Es bueno empezar así el año, Un partido así me da confianza», añadió.
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Y bien que se notó en el dobles mixto decisivo, tras el desfondamiento de Sorribes en la segunda cita (forzó el 'tie break' en la primera manga y, como Seyboth Wild, perdió luego seis juegos seguidos en la segunda). Si ya de por sí los tenistas de primer nivel apenas entrenan el doble, qué decir de uno mixto, siempre imprevisible, pero la pareja Davidovich-Sorribes se mostró más acoplada que la favorita sobre el papel, con la undécima raqueta mundial, Haddad Maia y un especialista de la modalidad, Marcelo Melo. A sus 40 años, el gigante (2,03 metros) de Belo Horionte, fue número uno de la disciplina en 2015 y ha ganado 37 títulos en ella, entre ellos dos de Grand Slam (Roland Garros, en 2015, y Wimbledon, en 2017).
Pero de salida Davidovich estuvo muy aplicado, en una modalidad de la que no guarda buenos recuerdos en la Copa Davis, y Sorribes no desentonó, ante una Haddad Maia desubicada. El primer set fue relativamente cómodo y la castellonense falló un golpe incluso para el doble 'break' a favor. En el segundo, pese a la iniciativa de España, con un quiebre por delante, todo se igualó con el 4-4.
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Los españoles salvaron dos 'set points' vitales después, con 4-5, uno con una espectacular volea de Sorribes, que entró por poco en la calle de dobles, y el cierre de partido fue apoteósico, con otra volea, esta de Davidovich, totalmente inverosímil por el giro de muñeca, y una bola larga de Haddad Maia.
Alejandro Davidovich ha dejado Diadora, la firma italiana que le he vestido en los últimos años, casi en todo su periplo en el ATP Tour, y lucirá desde esta temporada ropa de Adidas. El diseño de sus camisetas tardará algo más en conocerse, hasta el Abierto de Australia, pues esta United Cup ha de jugar de rojo al representar a España en la United Cup.
Otra de las novedades fue ver una publicidad nueva en la manga izquierda de su camiseta, la de Higueron Resort, lugar donde tiene su gimnasio de trabajo y podría centrar sus entrenamientos (se están construyendo nuevas pistas de tenis en el Hotel Higuerón).
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