Davidovich se reconcilia con Barcelona tras ganar al argentino Etceheverry

Había incertidumbre acerca de qué versión se vería del malagueño, que decepcionó una semana antes con una grave eliminación a las primeras de cambio en el Masters 1.000 de Montecarlo ante Khachanov, que le hizo perder 580 puntos y 14 posiciones en el 'ranking'. Todo el trabajo regular de los primeros meses de 2023 (con cuatro presencias en cuartos de final, entre ellas en Indian Wells), dilapidado en un mal partido, lejos de defender el subcampeonato del año anterior. Sin embargo, se vio a un Davidovich fresco de piernas, preciso y que alternó muy bien el juego, lo que derribó la resistencia del argentino.

No estaba siendo Barcelona una plaza sencilla para Davidovich, ciudad con la que se reconcilia. Después de tres salidas eliminaciones en la fase de clasificación del torneo en 2017, 2018 y 2019, hizo su debut en el cuadro final en 2021 y perdió por tres sets ante Alexander Bublik en la primera ronda, y en 2022 causó baja por fatiga, después de haber jugado la final de Montecarlo en la semana anterior.

Pero en este 2023 se ha resarcido de momento. Como décimo favorito pudo eludir la primera ronda y ahora ya está en octavos, donde le espera este jueves el finlandés Emil Ruususuvuori (40º), que se impuso en tres mangas a Francis Tiafoe (12º). Nordico y español se han visto las caras dos veces en la competición sénior, con una victoria de Ruusuvuori en el Challenger de Mallorca de 2019, en dos sets, y otra del tenista afincado en Fuengirola en primera ronda en Colonia en 2020, también en dos mangas y en ambos casos en dura. Cara a unos posibles cuartos, todo apuntaría a un cruce con Carlos Alcaraz.

Davidovich no se vio en ningun momento incomodado por el juego del espigado Etcheverry, que pareció venirle muy bien a sus condiciones. Supo contrarrestar el peso de la bola y se vio con ventaja en muchos intercambios. Y eso que el duelo tenía más miga de lo que aparentaba el 'ranking' del platense, que está en el mejor momento de su trayectoria y que ha jugado finales este año en sendos ATP 250 este año, los de Santiago de Chile y Houston (con derrotas ante Jarry y Tiafoe, respectivamente).

El malagueño logró ya un 'break' en el tercer juego y esto fue suficiente para rubricar al resto el primer set. Estuvo muy bien arropado en la pista Andrés Gimeno (la segunda en importancia del Real Club de Tenis Barcelona) por la afición española y no tuvo que afrontar ni un solo punto de quiebre.

No parecían asomar indicios de peligro en el partido, pero hubo una primera señal de alarma en el arranque de la segunda manga. Quizás se dio cierta relajación del rinconero, con dos dobles faltas y una subida a la red muy mal seleccionada, en un juego al saque que entregó en blanco. Incluso tuvo que salvar después dos bolas más para evitar ponerse dos 'breaks' abajo, pero no tardó en llegar la remontada.

A poco que presionó el saque de Etcheverry este se sintió muy nervioso y se sucedieron errores no forzados ya para el 3-3. Y el pupilo de Jorge Aguirre siguió dándole la vuelta a la tortilla. Fueron cinco juegos consecutivos los que se anotó. Ni el saque salvó al sudamericano, que pasó del 3-1 al 3-6 en un santiamén. Con un 76% de puntos ganados con primeros, cifra que cobra valor en arcilla, Davidovich quiere más en Barcelona.