Davidovich derriba otro muro: victoria ante un 'top ten'

Pero esta vez, incluso a priori, parecía que la sorpresa podía caer de su lado. Matteo Berrettini (10º), un excelente sacador y un gran pegador, no es un especialista en tierra, pese a que haya logrado en polvo de ladrillo dos de sus tres torneos en el circuito (en Gstaad 2018 y Budapest 2019) y, además, no competía desde el Abierto de Australia por una lesión abdominal (problema que afectó a decenas de jugadores), con lo que podía acusar su primera cita en el cambio de superficie tanto tiempo después.

Mientras, Davidovich, pese a la decepción de Marbella, llegaba más rodado y ya mostró sus credenciales el lunes ante De Miñaur (25º). La temporada del malagueño está siendo así de extraña, con triunfos ante algunas de las mejores raquetas del mundo (también superó a Bautista) y derrotas ante rivales fuera del 'top 100'.

Como si de un guiño del destino se tratara, la hazaña de este martes de Davidovich la logró en presencia de Andrés Gorospe, un gran respaldo económico en su formación, y Jorge Aguirre, su entrenador, en la pista quizás más bella de todo el circuito, la Raniero III, la central del coqueto Monte-Carlo Country Club, con maravillosas vistas al Mediterráneo, pero sin público, que a la postre parece que le viene mejor al talento rinconero.

Davidovich comenzó como un tiro, con 3-0 y 4-1, con pocos errores no forzados, menos de la mitad que su rival y jugando mucho contra el revés d su rival, el pupilo de Vincenzo Santopadre, aunque el set se igualó en un servicio al saque en el que dos fallos le lastraron. Enseguida el choque se igualó sin verse la mejor versión de Berrettini, pero el malagueño evitó el paso por el 'tie break' con una ruptura en el duodécimo juego (7-5), en el que dejó, para buscar el 'set ball' un punto de antología, restando un saque casi imposible y con un globo ganador.

En el segundo set Davidovich mantuvo el pulso y no se arredró esta vez ante la expectativa de su mejor victoria de siempre. En el sexto juego, a la cuarta opción, llegó el 'break' (4-2), y justo después mostró su mejor tenis al salvar un 15-40 con cuatro puntos seguidos de alto nivel. Ya sólo quedaba sacar para adjudicarse el choque, y lo hizo con calma, sin sufrir en ningún momento ante el italiano, que pareció haber entregado la cuchara minutos antes.

El triunfo sitúa a Davidovich 48º en el 'ranking live'. Todo hace pensar que, por primera vez en su carrera pueda acabar la semana en el 'top 50' (su mejor 'ranking' fue el 51º) y en octavos final de este Masters 1.000 de Montecarlo le espera el australiano Alexei Popyrin (83º), compañero de generación y con el que se ha entrenado en Marbella hace tiempo, y el francés Lucas Pouille (86º), quizás más especialista en polvo de ladrillo, pero que lleva unos meses de cierto extravío tras importantes lesiones. En definitiva, otra ocasión propicia.