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Se puede perder y tener motivos para estar contento. Es el caso de Alejandro Davidovich, que mostró la máxima excelencia en su juego ante el número siete mundial, Alexander Zverev, sin que le diera para ganar, pero si para estirar su partido, de semifinales del ATP 250 de Colonia, en pista dura e 'indoor' a cerca de dos horas, en un partido que tuvo de todo, un pequeño parón por un anclaje inferior de la red y dos atenciones médicas al malagueño, la primera en su pie izquierdo, a vueltas con sus plantillas (no es la primera vez) y la segunda, ya en el 'tie break' definitivo, al hacerse una herida sangrante en su mano derecha al cortarse con la zona superior de uno de los paneles 'led' de publicidad.
El 7-5 y 7-6 (3), que metió a Zverev, primer favorito del torneo, denota la dificultad que le exigió el partido, a un gigante con un talento natural que le ha permitido ganar juegos en este torneo con su servicio en un minuto y diez segundos. Este sábado logró diez 'aces', por ninguno de Davidovich. Diez puntos de desventaja con los que partía el rinconero, más otros cedidos con el dominio que da al rival un buen primer saque, dan idea del mérito de sostenerse tanto tiempo en pista y alargar su suerte.
Sin duda, nada que ver con lo sucedido semanas atrás en Nueva York, en la derrota entres sets en el US Open en octavos de final. Davidovich, que aparecerá el lunes en el puesto 64º del 'ranking' de la ATP, el más alto de su carrera, sigue constante en su progresión y reduciendo cada vez más la diferencia de nivel que le separa del primer escalón del tenis.
Y es que el juego de Davidovich estuvo cerca de su mejor expresión. Tuvo algún error no forzado, y es inevitable, pero minimizó la cuota y estuvo de nuevo rapidísimo de piernas ante un rival que parece economizar esfuerzos ante la superioridad que le ofrece su talento natural. Las dejadas mataron a Zverev y algún 'winner' genial. El rinconero no ofreció ningún punto de 'break' a su rival hasta el duodécimo juego del primer set, cuando ya se intuía una 'muerte súbita', lo que da idea de la concentración con la que jugó. Y a la tercera bola fue la vencida para Zverev, que se anotó la manga y empezó sacando en la segunda de nuevo.
'Aces': 10/0.
Dobles faltas: 3/2.
Promedio velocidad de primer saque: 210/180 km/h.
Porcentaje de primeros servicios dentro: 64%/70%.
Porcentaje de puntos ganados con el 1º saque: 72%/68%.
Porcentaje de puntos ganados con el 2º saque: 62%/57%.
Puntos de 'break' convertidos: 2 de 7/ 1 de 2.
Puntos totales: 77/72.
Davidovich dispuso de una primera bola de ruptura en ese arranque del segundo set, pero la desaprovechó, y en el cuarto juego volvió a ceder su servicio. Parecía todo perdido, pero no se derrumbó y devolvió la igualdad al set con un 'break' en el séptimo y, ahora sí, llegó al ansiado 'tie break', no sin antes levantar un 'match point' en su último juego al servicio. Pero con 3-1 en contra llegó el mencionado lance del corte en la mano, que no se sabe bien si acabó de mermarle para ceder por 7-3.
Otro salto adelante, aunque la exigencia a estas alturas hace que cada vez resulte menos llamativo. Davidovich, que comenzó la semana siendo el 71º del ‘ranking’ mundial, subirá al 64º, el más alto de su carrera, en el mayor ascenso de la semana que se registre en el ‘top 100’. En principio participará la próxima semana en el segundo ATP 250 en Colonia (también improvisado en el calendario por la ATP tras la pandemia), en el mismo escenario, y luego podría estar las semanas siguientes en Viena y en el Masters 1.000 de París, aunque pasando por una exigente fase previa.
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