Alejandro Davidovich no empieza bien el curso

Lo cierto es que ante su compatriota Jaume Munar (62º), en un duelo propicio para haber empezado la campaña con confianza y ánimos renovados, todo fue torciéndose a partir de un primer set más o menos impoluto, hasta acabar con nula consistencia en su tenis: 6-4, 3-6 y 3-6 en 1 hora y 59 minutos.

Davidovich no concedió una sola bola de 'break' al balear en una primera manga que se desarrolló de una forma un tanto anodina, con intercambios cortos y pocos puntos al resto, pero Munar se enredó en el séptimo juego, en el primer 'deuce' hasta entonces del partido, con dos dobles faltas, y el malagueño no lo desaprovechó.

Pero como sucediera tantas veces la pasada temporada, el rinconero bajó su concentración al comienzo del segundo set, coincidiendo con la reacción de un Munar que, si al inicio de su carrera, era claramente un terrícola tendente a golpear desde el fondo, ha crecido en su juego hasta ser un tenista más completo.

Sin grandes alardes, sin estar arrollador con el saque, Munar fue culminando la remontada. Jugó incluso con 3-0 para colocarse con dos 'breaks' arriba en ese segundo set, y en el tercero también rompió el saque de Davidovich (que pasó de la gorra a la badana) casi al inicio. Aunque hubo 'contra break' del tenista ahora afincado en Montecarlo, volvió a sufrir otro quiebre después y ya no recuperó la desventaja. Fueron minutos muy erráticos de Fokina, que acabó el choque con un paupérrimo 51% de primeros saques dentro y que una vez más no se agarró a la pista ni siquiera en los instantes definitivos y jugó otro juego pésimo, el noveno, para entregar la derrota.

Ahora Davidovich, si no se retira del cuadro, deberá jugar los cuartos de final en el torneo de dobles en Hong Kong, después del aplastante triunfo del lunes junto a Arthur Fils y precisamente ante Munar (su verdugo en iondividuales) y Pedro Martínez (6-2 y 6-1). Les esperan (este jueves) el tunecino Mansouri y el belga Vliegen, segundos favoritos.

El tenista viajará ya a Australia para disputar la próxima semana el ATP 250 de Adelaida (a priori tendrá que acudir a la fase previa, si no hay bajas en el cuadro) y en la siguiente estará ya en Melbourne para encarar el primer Grand Slam del curso, en su primera gran prueba de fuego para comprobar si hay propósito de redención en 2025.