Davidovich: «No nos queda otra que esperar y entrenarse como se pueda»

Sin embargo, el ATP Tour suspendió inicialmente seis semanas la temporada, hasta la semana del 20 de abril, cuando tendría lugar el Godó en Barcelona y un ATP 250 en Hungría, pero ambos han sido cancelados también, y las siguientes citas disponibles son de momento las de Munich (Alemania) y Estoril (Portugal), en la que el año pasado Davidovich alcanzó semifinales.

"Está siendo duro. No podemos salir de casa. Intento entrenarme aquí dentro o ir al súper a dar un paseo, ya que es lo único que podemos hacer", declaró resignado el tenista rinconero a este periódico. Al jugador le preocupa sobre todo qué va a pasar con el 'ranking' –de alguna forma su pasaporte de acceso a futuros torneos– al no defender ningún jugador puntos en más de seis semanas: "Aún no han dicho nada. Estamos un poco alarmados. El tenis se basa en defender lo que has hecho el año pasado. Si se suspenden los próximos torneos, ya no se basa en defender. Por ejemplo, a mí me toca defender en Estoril 102 puntos, y no sé si esa semana se congelarán los puntos, los aplazarán para otra semana del calendario y será entonces cuando los defiendes... Está todo un poco indefinido".

De momento, la gran preocupación es no perder la forma o el ritmo de competición, tras su primera temporada en la que está compitiendo exclusivamente en el ATP Tour, al haberla comenzado como 'top 100'. "Tengo la suerte de tener una pista de tenis en mi urbanización y en cuanto al tema físico sigo sin poder moverme de casa. Tenemos que pensar en algo, porque no podemos estar parados", afirma no sin ciertas dudas sobre si será posible usar esa pista para ejercitarse.

En todo caso, la mayoría de las citas en riesgo corresponden a la temporada en arcilla y encajaban en sus expectativas de mejorar su 'ranking'. "Hay torneos que se van a aplazar, otros ya no se jugarán como el de Montecarlo. Había ilusión de estar en Marbella (el Challenger en el Club de Tenis de Puente Romano, en el que fue semifinalista en 2019) o en el Godó (torneo que organiza su amigo David Ferrer), en casa, porque ya que he estado dos meses fuera, tenía ilusión de jugar en España. Vamos a ver qué decisión toman y hay que aceptarla. Es lo que hay".

La incertidumbre es absoluta, como corrobora el pupilo de Jorge Aguirre. "Unos dicen que se va a jugar ya en Roland Garros, otros dicen que en Wimbledon (del 29 de junio al 12 de julio). La decisión no está tomada y no queda otra que esperar y entrenarse cómo se pueda y de la forma que se pueda", asume resignado antes de conocerse esta misma tarde que la cita parisina, prevista inicialmente para finales de mayo se aplaza al 20 de septiembre (hasta el 4 de octubre). Lo cierto es que su temporada, de adaptación a la élite, está siendo dura. Tras ganar una cita en el Open de Australia, la gira sudamericana en tierra (Buenos Aires, Río de Janeiro y Santiago de Chile) no salió del todo bien.

El gran debate en el mundo del tenis reside en cuándo se retomará la temporada y, sobre todo, en qué hacer con los puntuaciones de los jugadores sin poder sumar ni defender actuaciones prácticamente en los meses de marzo y abril, con las numerosas suspensiones y aplazamientos (muchos de los cuales pueden ser incluso inviables por falta de fechas).

La duda afecta sobre todo a los jugadores 'top' del circuito. Y es que no se van a jugar nada menos que un Grand Slam (Roland Garros de ha aplzaado del 20 de septiembre al 4 de octubre), tres Masters 1000 (Indian Wells, Miami y Montecarlo), un ATP 500 (el Godó) y numerosos ATP 250. Los tenistas que más puntos consiguieron en estas fechas en 2019 se verían así muy afectados en cuanto al 'ranking', ya que no podrán defenderlos. La ATP ha de decidir en las próximas semanas qué hacer. Una opción es congelar los puntos de 2019 en estas citas que no se jueguen y mantenerlos hasta 2021.

En todo caso, Rafa Nadal sería a día de hoy uno de los grandes perjudicados al alejarse más del número uno, Novak Djokovic. Si no existe la posibilidad de defender los puntos de 2019 hasta el 27 de abril (si es que no se suspenden nuevas citas), el balear sumará entonces 8.950 puntos, casi mil menos que el serbio (9.905), cuando la brecha actual es de poco más de 300 puntos.