Alejandro Davidovich (43º) dejó escapar vivo y coleante a Jannik Sinner (10º), en el que pudo haber sido su segundo triunfo ante un 'top ten' en su carrera (ya ganó en Montecarlo a Berrettini). En una fenomenal primera hora y media de partido en la ... primera ronda del ATP 500 de Dubai, mostró un juego muy agresivo y profundo sin sufrir casi ante el talento italiano, pero falló con la espada, justo cuando había que rematar la faena.
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No suele ser lo más habitual, pero el malagueño dispuso de 6-3 en la 'muerte súbita' de la segunda manga, y fue cediendo uno tras otro los tres 'match balls' consecutivos. Por un momento revivió algunos fantasmas del pasado, como ante Schwartzman en Colonia. El segundo de ellos, con el riesgo deliberado asumido por Sinner de jugarse un segundo saque ganador que fue un 'ace'; el tercero, tras un 'rally' de 18 golpes.
'Aces': 2/5.
Dobles faltas: 1/2.
Primeros servicios dentro: 72/63%.
Puntos ganados con el primer saque: 65/78%.
Puntos ganados con el segundo saque: 60/59%.
Puntos de 'break' convertidos: 2-2/2-8.
Total de puntos ganados: 96/106.
Incluso antes Davidovich también dispuso de una cómoda situación de 4-2 y saque en ese segundo set, y jugó dos veces un punto para el 5-2, pero acabó cediendo entonces el primer 'break' a su oponente. Hasta ese momento el rinconero había disputado un partido sin fisuras, sobrado de confianza y en el buen tono al que se la ha visto en citas anteriores como ante Tsitsipas y Auger-Aliassime. No concedió una sola opción de ruptura en todo el primer set y sacó provecho de la única que le permitió Sinner en el juego final para empezar presionando en el segundo set.
Sin estar a un mal tono parecía que Sinner acusaba unos meses que están siendo complicados para él, tras dejar al entrenador que le ha conducido a la élite, Riccardo Piatti, y encomendarse a Simone Vagnozzi, exjugador y que ha guiado a Travaglia y Cecchinato, entre otros. Sin embargo, en el momento de la verdad, Sinner, un tenista que luce una concentración extrema pese a su edad, apretó y salió airoso de una situación extrema para imponerse en el tercer set casi por inercia, mientras Davidovich aún rumiaba qué falló para no haber cerrado el choque antes.
Con 5-2 salvó ya una bola de partido con el saque, pero más tarde ya fue inevitable resistirse más y entregó la cuchara después de varios puntos en los que no hubo fortuna para un 6-4, 6-7 (6) y 6-3 en dos horas y 33 minutos.
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