Davidovich escala de nuevo a su mejor 'ranking'

Fue un triunfo duro de roer ante el local Nakashima, último ganador de las Next Gen ATP Finals y al que ya se había impuesto en el primer partido del año, en Adelaida, pero esta vez fue mucho más reñido, en dos sets (6-4 y 7-6 (5)) de casi una hora cada uno de ellos y salvando incluso un 'match ball' en el segundo, que sacó adelante en un 'tie break' muy bien competido.

Comenzó mucho mejor Davidovich, que totaliza ya un 11-7 de balance este 2023, muchísimo mas regular que en la segunda mitad de 2022 y haciendo gala de ese reto de lucir no sólo una semana de circuito, sino muchas. Tuvo hasta cuatro bolas de 'break' en el arranque y desperdició oportunidades de las que pudo arrepentirse. La clave es que supo salir de un apuro con 3-3 salvando tres opciones de quiebre para aprovechar una pájara de su rival.

Porque si Nakashima estaba empezando a dominar con sus golpes, abriendo ángulos en la pista e interpretando muy bien los espacios libres pareció enseguida irse del partido. En un visto y no visto se pasó al 6-4 y 2-0 para el malagueño, que había metido la sexta marcha hacia el triunfo estando por encima del 80% en puntos ganados con primeros.

Con 3-1 y 40-15, en un juego encarrilado, llegaron varios errores inesperados del tenista afincado en Fuengirola y todo se igualó. Nakashima tuvo punto para ganar el set con 5-6 y 30-40, pero lo sacó adelante Davidovich con el mismo aplomo que le ha llevado a ser cuartofinalista en Indian Wells y llegar a esta ronda ya en tres torneos. este curso, con mucha seriedad al saque, con un número ineresante de puntos gratuitos con él (superior al de antaño) y jugando bien los puntos clave. Una sencilla volea que tocó cinta en la 'muerte súbita' condenó también a Nakashima.

Ahora Davidovich se cruzará ahora con Tommy Paul (19º), verdugo del suizo Huesler (48º). Será un intento de revancha de la amarga derrota en cinco sets en el Abierto de Australia este año, en el único precedente entre ambos, en un torneo en el que luego el norteamericano llegó nada menos que a semifinales. Ambos viven sus mejores meses en sus carreras. En el horizonte está también el aliciente de un duelo ante el número uno mundial, Carlos Alcaraz. Si ambos sacan adelante su próxima ronda se verían las caras en octavos de final.

Davidovich llegó a Miami después de una odisea en el viaje desde Caifornia. Se quedó encerrado en un avión en tierra durante poco más de ocho horas. Salió del hotel en Indian Wells a las 8:15 a.m. del miércoles pasado y terminó llegando al hotel en Miami a las 11:00 a.m. del siguiente día… ¡y sin su equipaje!

“Teníamos un vuelo a Dallas y luego otro desde Dallas a Miami, y en mitad del camino nos dicen que tenemos que desviarnos a Austin porque en Dallas había un tornado. Y había que esperar a que se fuera para continuar el viaje.”

En un determinado momento la causa de no despegar pasó a ser el tráfico aéreo en Austin, luego la gasolina y el mal clima y, finalmente, no había disponibilidad de un nuevo piloto. “¡Nos volvimos todos locos!”, recuerda Jorge Aguirre, entrenador de Davidovich, una fila más adelante que su pupilo. "Además, era un avión pequeño. Imagínate”.

Davidovich se la pasó todo el tiempo junto a su novia, Paloma Amatiste. “Ambos estábamos apestados, diciendo que todo tenía pinta de ir para largo. Entonces nos lo tomamos como si estuviéramos en casa viendo cosas en el IPad”, comenta el tenista. Ya en Miami, se dieron cuenta de que no venían las maletas, que llegaron tres días después.