Davidovich se exhibe ante Wu

Su exhibición esta madrugada ante el peligroso tenista chino Yibing Wu (67º), al que derrotó por 6-4 y 6-1, corrobora que el trabajo va en muy buena línea. Wu venía de ganar en el ATP 250 de Dallas y de hacer historia como primer chino que inscribe su nombre en el palmarés en el Tour, con víctimas como Shapovalov, Fritz e Isner, contra este en una final de tres horas y salvando cuatro 'match balls'. Pese a su condición de invitado al cuadro final en Indian Wells, no cabía duda de que era un duelo trampa, pero Davidovich lo solventó con suma seguridad.

El malagueño jugó en el primer set con un impresionante 93% de puntos ganados con primeros servicios, y eso fue demasiado para Wu, un tenista que suele retroceder poco en la pista, que golpea muchas veces a bote pronto y que apenas muestra sus sensaciones, hierático y constante en su juego. Davidovich ya tuvo una primera bola de 'break' casi al comienzo, pero fue en el decimo juego, restando para anotarse el set, cuando mas pudo presionar a su rival, hasta hacerse con el primer periodo al segundo intento.

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La jornada se complicó en el desierto californiano, con una llovizna que obligó a detener el juego, porque las líneas, y esto se encargó siempre de reclamarlo el pupilo de Jorge Aguirre, estaban resbaladizas, un riesgo de lesión. Davidovich y Wu ya reanudaron el partido de noche, y sin que cambiara la tónica del partido. El rinconero dominaba insultantemete cada juego al saque. Si no sacaba rédito definitivo al servicio, se iba arriba e iba recortando los puntos con autoridad.

El parón frenó más a Wu, que perdió dos veces más su saque y el choque se fue a la hora y 25 minutos de duración real (sin el receso). Davidovich, tras pasar por un 'deuce' por primera vez en el partido (hasta entonces se había dejado ocho puntos al saque), selló el duelo a la segunda oportunidad.

Ahora tendrá la ocasión de subir al puesto 26º y alcanzar el mejor 'ranking' de su carrera este domingo si derrota al ruso Karen Kachanov (15º), verdugo de Otte, en dieciseisavos de este primer Masters 1.000 del año. De paso, estaría por delante de su amigo Roberto Bautista y se convertiría ya en la cuarta raqueta española, por detrás de Alcaraz, Nadal y Carreño solamente.