Davidovich se lleva un partido loco

Era un partido con una importancia doble para el tenista malagueño, que iguala su balance de victorias y derrotas este 2022 (18-18), con muchos claroscuros, y tiene una buena opción de llegar a una tercera ronda por cuarta vez este curso. Sólo lo había conseguido en Doha, Montecarlo y Queen's (curiosamente en las tres superficies), lo que habla a las claras de su falta de continuidad y sus intermitencias en el juego.

Las hubo y muchas este lunes, en la apertura de juego en la pista central. Van de Zandschulp, al que ya había derrotado también en cinco mangas en Roland Garros en 2021, cometió tres faltas de pie y seis dobles faltas en dos sets, lo que da idea de lo nublado que estuvo en su regreso a la tierra, en la que no jugaba desde Roland Garros. Finalista este año en Múnich (se retiró en pleno partido), se desenvuelve no obstante mejor en superficies rápidas, pero está en el mejor 'ranking' de su carrera.

No era una cita fácil para Davidovich, ante el quinto favorito del cuadro, pero tras el doble 6-4 en hora y media, se aprovecha ahora de una mejor ruta. En el primer set ganó con un solo punto más anotado. Van de Zandschulp hizo mucho daño con el primer golpe al resto, pero poco más. Negado con el saque, sólo hizo falta que su rival mitigara su cuota de errores, aunque sufrió de lo lindo en cada turno al servicio, en casi todos arrancando con 0-30.

En un partido con veinte juegos y diez 'breaks' sacar cada juego al saque fue todo un éxito. Además, Davidovich llevó casi siempre la iniciativa en el marcador. Tuvo dos bolas para 5-2 y saque, pero se pasó al 4-4, del que se repuso el pupilo de Jorge Aguirre (al que se le permite ya el 'coaching', con ciertas restricciones) cerrando el set por la vía rápida. El 0-2 adverso en el inicio del segundo no fue a más. Además, Van de Zandschulp fue atendido por unas molestias en la pantorrilla derecha. Así las cosa, pronto se repuso el rinconero y empezaron a verse algunos repartos más prolongados desde el fondo justo coincidiendo con el desenlace.

El malagueño trató de cerrar el choque restando con 5-3, pero tuvo que esperar a su último turno al saque, que comenzó de la peor manera, con un error del juez de silla al señalar doble bote en una bola. Lejos de descentrarse por la decisión, lo que le lastró la semana pasada en Bastad ante Báez, tuvo pulso para poner el broche final al partido y esperar acontecimientos.