Davidovich da muestras de madurez

Davidovich se repuso de una situación de set más 'break' abajo, anotó una cifra inusitada de saques directos (trece) y salvó siete puntos de ruptura sin fallo entre el final de la segunda manga y el comienzo de la tercera que le auparon a un merecido triunfo. Ganó como un 'top ten' lo haría. Ahora espera Roberto Bautista (16º), con el que hizo muy buenas migas en enero en Sydney (en la ATP Cup) en un duelo que sólo se ha dado una vez en el ATP Tour, con victoria del malagueño en dos sets, en primera ronda de Rotterdam, en 2021. Pero el castellonense llega como un tiro, tras un 6-0 y 6-1 ante Andy Murray.

En el primer set Daniel Evans ofreció su mejor tono y resultó casi inabordable. Durante tres juegos consecutivos, mientras se oían los cánticos de una mezquita en Doha, el de Birmingham y Davidovich se rompieron mutuamente el servicio, con un cien por cien de eficacia en los puntos de 'break', y el británico parecía repetir el guión de lo sucedido en el último partido del malagueño en 2021, en Estocolmo, saldado en dos mangas. Con un excelente tenis defensivo, recurriendo una y otra vez a su revés cortado, y con excelentes saques en los momentos más importantes.

El panorama se llegó a complicar más con la primera doble falta del rinconero, que le costó empezar la segunda manga jugando con un 'break' abajo, pero entonces sacó fuerzas de flaqueza, no se descompuso y fue remontando en la situación del partido. Fue disponiendo de diversas bolas de ruptura hasta igualar el set y alzarse con el mismo en el juego duodécimo, lo que dio la ventaja psicológica de empezar sirviendo en el periodo decisivo.

En su versión más madura Davidovich salvó una situación delicadísima con 0-40 y 5-5, y también en el arranque del tercer set, con cuatro puntos de 'break'. Todo apuntaba a que las opciones dilapidadas por Evans le acabarían pasando factura. Además, el pupilo de Jorge Aguirre estaba sacando cada vez mejor, con una cifra de 'aces' poco habitual en él y, lo que es más importante ejecutándolos en muchos momentos cruciales de los juegos, como los grandes jugadores.

Evans, que se lastimó ligeramente un tobillo en un punto al final del segundo set, pidió asistencia médica tras el quinto juego del tercero. Sin verse aparentemente muy mermado, sí había perdido confianza en los puntos más largos para desplazarse en la pista. Pero amarraba sus juegos al servicio sin sufrir, al contrario que su rival. Hasta que en el 5-4, sacando para seguir en el partido, le entraron los nervios. A la primera oportunidad, Davidovich cerró el partido. Sintiéndose grande.