Davidovich: «Voy por el buen camino; tarde o temprano llegarán los resultados»

-Arrancó el 52º del 'ranking' ATP este 2021 y lo acaba como el 50º. La lectura fácil sería decir que se ha estancado, pero ha sido un año en el que han sucedido muchas cosas, empezando por un positivo que le impidió viajar a la burbuja de Australia...

-Ha sido un año de transición. Ha sido el primero en el que juego todo en el ATP Tour y no en Challengers. El año anterior paramos unos meses por la pandemia. Doy gracias a que hayan pasado todas estas cosas en el primer año en el Tour, porque así sé qué es lo que tengo que hacer cara al siguiente. Obviamente, importa el 'ranking', pero no nos ha importado tanto como la transición y la mejoría en detalles.

-Tuvo problemas físicos en cuatro partidos, en Quimper, Montecarlo, Eastbourne y el US Open.

-Al final el Tour te exige mucho. No voy a decir que no estaba preparado... En la primera lesión no podía hacer nada, porque me doblé el tobillo, y son cosas que puede pasar en el tenis. Físicamente me he encontrado bien todo el año y no tengo problemas en ese aspecto.

-El 'ranking' semicongelado le ha perjudicado, porque habría estado una decena de puestos más arriba. Además, ha sido el 36º de la Race, lo que indica que no habrá ido tan mal el año...

-Sí. Al final es ese el 'ranking que se tiene que ver. Ahí es donde se ve lo que has hecho realmente. Y cuando hice cuartos de final en Roland Garros me situé 'top 15'. Al final me tengo que basar en eso. Aunque sea 50º no es un 50º real por el 'ranking' congelado. Me baso en el 36º, y ha habido progreso, aunque se podía haber mejorado bastante.

-La segunda parte del año en pista rápida le ha costado, y sin embargo en 2020 fue muy bien...

-Después de Roland Garros ha venido una etapa muy dura y lo he pasado muy mal. No lo he sabido digerir, y se ha visto, que no he ganado más de dos partidos seguidos. Me he quedado sólo en unos cuartos de final (en Amberes). Por una parte, para el año que viene tengo menos puntos que defender, pero no nos basamos en eso. Si este año he hecho 1.600 puntos, en el que viene quiero hacer 2.500. Hay muchas semanas en el tenis y tengo muchas oportunidades.

-¿Asume que aún tiene mucho margen de mejora en pistas rápidas y, sobre todo, en el saque?

-El servicio es un arma muy importante, pero creo que en los dos últimos torneos he estado sacando muy bien. Ahora en pretemporada estoy con mucha confianza en él. Es más mental que el gesto o el golpe. Cuanto más tiempo estés sacando tendrás mejor técnica.

-Le voy a dar una estadística para que la comente: es el sexto jugador que más primeros servicios mete (el 67,7% del total), pero sin embargo se sitúa el 108º en el porcentaje de puntos ganados con el primer saque (sólo el 64,8%)...

-Sí que es verdad que el primer servicio lo hago más cortado o liftado, pero ahora me baso más en pegar un primer saque plano y hacer más daño con ese. En eso estamos. En el segundo estoy sacando muy bien, con más efecto.

-Si le pregunto cuál elegiría como su mejor partido del año creo que no tendrá dudas...

-El de Casper Ruud (en Roland Garros). Es verdad que también hubo detalles de otros partidos que jugué muy bien, como ante Humbert en Estoril. Hubo muchos altibajos, pero a nivel de emoción y por lo que significaba ganarle fue el mejor partido.

-Se le vio muy cómodo en el ambiente que se creó en la pista.

-Sí. Había mas de mil personas y más que se situaron en otras zonas como podían. Fue brutal. En Francia me cuidan muy bien y tengo la afición conmigo.

-¿Puede haber sido también su mejor partido de siempre en el circuito?

-No. También hubo otros. el de Humbert que dije, el primer set ante Medvedev (en Madrid), contra De Miñaur y Berrettini en Montecarlo, aunque contra este en el segundo set me costó más cerrarlo... Hubo otros partidos muy sólidos, aunque no tuvieron el mismo significado.

-Además puede decir que ha vencido a dos de los jugadores que más han crecido este año, Casper Ruud y Cameron Norrie, que han acabado jugando, bajas mediante, las ATP Nitto Finals.

-Me llevo muy bien con Norrie y con Casper también tengo un buen trato. Son dos jugadores que han sabido afianzarse en el Tour y mantener su patrón de juego. Son totalmente diferentes. A Casper le corre mucho la bola de derecha y es sólido de revés, y Norrie juega más al contraataque. Hasta me sorprendió cómo acabó el año. Aguantar ese ritmo es de 'chapeau'. Me alegro por él, porque viene de jugar en universidades y se lo ha currado.

-¿El día más frustrante fue ante Trungelliti? ¿O lo fue lesionarse estando bien ante Tsitsipas en Montecarlo o no llegar lejos en Marbella?

-Diría que el partido que colmó la gotita del vaso fue el de Paire en Sofía (derrota en primera ronda). Tenía que hacer un cambio. No podía jugar más al tenis. Era el último partido antes de plantearme o cambio o no puedo jugar más este año. Contra Trungelliti ya sabía que iba cuesta abajo, y después jugué en Metz y Sofía. En Metz parecía que iba a remontar y tuve bola de partido contra Basilashvili y se me escapó, así que me vine mas abajo. Tras Paire llegó el cambio.

-¿Y cómo llevó no poder acabar el partido ante Tsitsipas, con el buen momento en que estaba en Montecarlo, por unas molestias musculares?

-La verdad es que ya venía un poco tocado de la victoria ante Pouille. Fue un partido duro y me estaba encontrando muy cómodo. Empecé con molestias e iban a más. Quizás ahora lo pienso y me digo que lo podía haber aguantado un poco más, pero cuando estás ahí en la pista, con tensión y más caliente, vienen otros pensamientos.

-¿Cómo fue su experiencia olímpica? ¿Pudo conocer la Villa?

-Fue buena y mala, la verdad. Desde pequeñito veía los Juegos desde casa y estar ahí en la Villa y conocer a deportistas y compartir cosas te aporta mucho. Ves cómo piensan, qué comen, lo que hacen en el día a día. Y fue un sueño hecho realidad representar a España a nivel absoluto por primera vez. Pero me paró un poco el calendario. Me fui a Japón y me rompió los esquemas al volver al circuito y desde ahí no levanté cabeza.

-Era un deseo firme suyo vivir esa experiencia. Se lo digo porque si hubiera dado prioridad a su carrera en la ATP en esas fechas pudo haber ido a los ATP 250 en tierra de Gstaad y Bastad, torneos que le podrían haber ido muy bien, ¿verdad?

-Totalmente. De no haberse dado ese calendario habría jugado lo que hubiese. Estaba en forma y con confianza. Y en los Juegos lo demostré, que estaba bien. Pero luego fueron muchas horas de vuelta. De Japón fui a Canadá (al Masters 1.000 de Toronto).

-Se ha medido dos veces a Djokovic en el circuito ya, pero no tiene cruces con Nadal, con el que se entrenó en Manacor, ni con Federer. Se le va escapando la posibilidad de competir contra todos los del 'Big Three'.

-Es verdad que son tres jugadores que han dado mucho por el tenis y que cuando se retiren va a haber un cambio en él, pero si me tocan de rivales me da igual, Voy a estar preparado y tratar de dar el cien por cien.

-Hablemos de 2022. ¿Está haciendo una pretemporada especialmente dura, o no más que hace un año o la que hizo a la salida del confinamiento?

-Tenemos otro objetivo. Sabemos en lo que se ha fallado este año, que era uno de prueba. Hemos aprendido mucho. Está siendo duro, como el año pasado, pero tenemos otra forma de ver las cosas y por eso es también gratificante, porque voy por el buen camino, y entonces tarde o temprano llegaran los resultados.

-Explíquese mejor.

-Pues que quiero asentarme mejor en el circuito profesional, tener las cosas más claras, ser más decisivo en algunos aspectos, conocer mejor mi juego, estar más metido en el tenis en lugar de hacer otras cosas.

-Va a empezar jugando la ATP Cup. ¿Qué espera de este torneo, que se asemeja a la Copa Davis? Seguramente tendrá que jugar en dobles...

-Voy a llegar en la mejor forma posible y le dije a Bautista que iba para enfrentarme a todos si hace falta, si me ponen. Voy a estar en muy buena forma, con mucha hambre y si me ponen en dobles, jugaré dobles 'a full'. Y si me toca banquillo, estaré entrenándome. Tengo muchas ganas ya de empezar.

-¿Le obsesiona jugar ya una final o incluso ganar un torneo, aunque sea un ATP 250?

-No es fácil. Felix (Auger-Aliasime, 11º del 'ranking' y compañero de generación) lleva nueve finales y no ha ganado una. Es un objetivo que queremos para el año que viene, pero todos quieren lo mismo. Nadie te lo va a poner fácil. Quiero ganar un torneo, hacerlo muy bien en un Grand Slam o, en definitiva intentar ganar lo máximo posible.

-Al menos las burbujas en los torneos se van suavizando, ¿o no?

-Depende de cada país o gobierno, pero en los últimos torneos lo hemos llevado mejor. Ya no es tan estricto, de quedarnos en el hotel. Como en Australia te obligan a ir vacunado, cuando llegas te haces una PCR y ya puedes salir...

-Habló a la muerte de Santana de los consejos que este le dio. ¿Cuáles?

-No... Eso no...

-¿Pero tienen que ver con el tenis?

-Sí, y con la vida.

-¿Cómo vive la Navidad?

-La Navidad significa para mí que estoy en mitad de la temporada y estoy cansado todos los días... Al final no salgo del club o del gimnasio. Sí que hay un día que me reúno con la familia, el 24, pero ya otros años he viajado el 26 o el 27... Tampoco paso la Nochevieja aquí, así que es un mes más.