Davidovich encara la fase previa del Masters 1.000 de Roma

De vuelta de la burbuja de Nueva York (y esos brillantes octavos de final en el US Open) y tratando de recuperar su cuerpo del 'jet lag' de seis horas durante 25 días de estancia en Estados Unidos, el malagueño Alejandro Davidovich encara ya el tramo final de una temporada atípica, con cambios inéditos de superficie. Ahora toca una 'minigira' de tierra. Se prepara ya para la fase previa del Masters 1.000 de Roma, en el Foro Itálico, este fin de semana, con el cuadro final desde el lunes. Tendrá que superar dos duelos para entrar en él.

Davidovich, que el lunes podrá figurar el 70º del 'ranking ATP' (apenas podría verse relegado en una o dos posiciones por los resultados de esta semana en el ATP 250 de Kitzbuhel), su mejor clasificación de siempre, aún no dispone de este notable pasaporte de acceso en las citas más cercanas, que se rigen por la clasificación de semanas atrás. Es por ello que no acudirá al ATP 500 de Hamburgo (Alemania) y se preparará ya para su concurso en Roland Garros, el único torneo con presencia (restringida) de público.

A continuación el pupilo de Jorge Aguirre tiene previsto acudir a varias citas en pista cubierta, las superficies más rápidas del circuito: el ATP 500 de San Petersburgo, del 12 al 18 de octubre, y la semana siguiente, la Copa Kremlin o el European Open (en Amberes), sendos ATP 250. Sin embargo, ayer la ATP introdujo de una tacada cuatro citas nuevas de este nivel: dos en Colonia (en arcilla y en dura), una en Cerdeña y otra en Kazajistán.

Lo que sí parece más complicado es que Davidovich sea uno de los atractivos en el AnyTech 365 de Marbella, un torneo Challenger la última semana de octubre en Puente Romano. Esta cita coincide también con el ATP 250 de Viena (Austria), pero el principal inconveniente para el jugador sería un nuevo cambio de superficie en plena gira en rápida que podría ser perjudicial para su físico o sus prestaciones. La organización ha hablado con su mánager para convencerle.