Alejandro Davidovich cierra el puño y celebra su victoria ante Shapovalov. REUTERS

Apoteósico Davidovich: ¡dos finales seguidas en el circuito!

Tras jugar la ronda definitiva en Delray Beach, el malagueño supera en dos 'tie breaks' a Shapovalov en una trabajadísma victoria y se cita la madrugada de este domingo con el checo Machac por el título en el ATP 500 de Acapulco

Sábado, 1 de marzo 2025, 09:27

Apoteósico Davidovich en el mes más consistente de su carrera, aupado por un físico espectacular. Si ya es difícil jugar una final en el circuito, en cuadros de 32, 64 o hasta 128 jugadores entre los que sólo quedan dos, qué decir cuando un tenista encadena dos rondas definitivas consecutivas. Lo ha logrado el malagueño en su concurso en el ATP 250 de Delray Beach y, ahora, en el 500 de Acapulco. A sus 25 persigue denodadamente su primer título. Aún no se ha dado, y el de la próxima madrugada (4.00 hora en España) será su tercer asalto a algo histórico para el tenis malagueño, todavía sin coronas.

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¿A la tercera irá la vencida? De momento le espera el checo Tomas Machac (25º), que le derrotó en el único duelo completado, hace pocos meses, en segunda ronda del Masters 1.000 de Shanghái (6-1, 6-7 (3) y 4-6), aunque antes, en el Godó de ese mismo año, siguió adelante Davidovich por incomparecencia de su rival.

Davidovich logró el pase a la final esta madrugada (en España), en una noche tórrida en México (27 grados) y en un duelo muy tenso y en el que, frente a sus colapsos frecuentes, fue capaz de administrar con madurez ventajas y situaciones adversas para salir airoso tras un doble desempate: 7-6 (3) y 7-6 (1), en dos horas y 18 minutos.

No lo tenía nada fácil ante uno de los tenistas con más talentos del circuito, sin minusvalorar el potencial del rinconero. Pero es que el zurdo Sahapovalov, con un exquisito revés a una mano, ex 'top ten' en 2020 pese a tener la misma edad que su rival (25 años), llegaba tras ocho victorias seguidas y como ganador en el ATP 500 de Dallas. En octubre se impuso también en el 250 de Belgrado y estaba siendo el mejor momento de su carrera, en un tenista nacido en Israel, pero criado en Toronto y de raíces rusas, como Davidovich.

Su estilo es muy atractivo para el espectador. El arranque del partido fue abrumador, con numerosas bolas a las líneas por fuera y asombrando con su agresividad. Pero del 4-1 y salvando tres bolas para el 5-1 Davidovich fue capaz de meterse en el partido. Logró el primer 'break' y aunque se volvió a complicar para el 5-3 y servicio de su rival, tuvo fe y llevó el desenlace a la 'muerte súbita', que jugó con un pulso inconmensurable (7-3).

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Había dado un giro el encuentro, y Shapovalov ofrecía gestos de no entender nada cara a su 'box'. Era el momento de apuntillar, en uno de los clásicos bajones de 'Shapo', y Davidovich se fue con un 3-0 en la segunda manga y tuvo dos opciones de doble 'break' para el 4-0 y el 5-1. En la primera, el canadiense se la jugó con un segundo saque a la esquina con la potencia de un primero.

De forma increíble, Shapovalov se volvió a meter en el choque y se temía lo peor. Davidovich empezaba a dudar, y se llegó al temido 4-4 y, peor aún, a un temido 6-5 y saque del norteamericano para forzar la tercera manga. Llegó entonces la mejor respuesta de Davidovich, que aprovechó la primera opción de quiebre y se fue al cambio de pista en el 'tie break' con 6-0. Era imposible ya que se le escapara uno de sus triunfos más meritorios en su carrera, tanto por su nivel de juego como por la dificultad implícita de la cita.

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