Davidovich dejó de creer ante Medvedev

De antemano, no era una cita sencilla para el malagueño, el único de los españoles que quedaban en liza en este ATP 500 en pista cubierta, pero si hay margen para sorprender a las figuras es en una primer ronda (de hecho el ruso cedió en esa cita ahí los dos últimos años, ante Vasek Pospisil y Dusan Lajovic), y el Medvedev de hoy no es el de hace un año, cuando estaba en la cúspide del tenis mundial. Acaba de salir del 'top ten' y no muestra el juego de hace meses.

El bajo 57% de primeros servicios y el escaso daño que hizo con su saque el moscovita abrió una vía de esperanza para Davidovich, que la aprovechó para llevarse el primer set. Lo hizo con tres 'breaks', lo que nunca es fácil ante tenistas de este nivel. También tuvo que ir con la lengua fuera en sus turnos sirviendo, porque en muchas ocasiones se precipitó en su esquema de partido sin madurar más los puntos, pese a que estaba leyendo muy bien los segundos saques de su rival. A la sexta tuvo que ser la vencida. Antes se le escaparon cinco 'set points'.

Pero en el segundo set cambiaron las tornas. Davidovich había sido hasta entonces el protagonista, en lo bueno y en lo malo, y Medvedev comenzó a conectar golpes ganadores, aun sin tener aún una alta eficacia con su saque. Hasta entonces había sostenido un pique curioso con su entrenador, Gilles Cervara, pero con el 'break' que consiguió para el 2-1 del ruso se dio el punto de inflexión en el partido. Fue una manga resuelta con prontitud y que no dio pie a otro giro. En un partido que tuvo hasta trece quiebres, Davidovich acabó desmoronado, con un pobre 44% de puntos con primeros saques.

En su peor juego del partido entró en el set definitivo con un 0-40 y concediendo un 'break' que complicaba ya mucho el encuentro, que transcurrió ya con puntos más cortos y sin la resistencia del malagueño, que bajo de forma muy preocupante sus prestaciones con continuos errores no forzados y dejando de creer. Otra nueva muestra de sus desconexiones letales en citas igualadas y de que aún carece de ese punto de madurez para cambiar el signo de citas a este nivel.