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Había ganado en primera ronda a Cachín, pero Alejandro Davidovich (39º) parece haber perdido el hilo de la regularidad de este curso. Este miércoles se vio sorprendido por el francés de 19 años Luca Van Assche (77º), en octavos del ATP 500 de Hamburgo. A ... la tercera va la vencida. También para el joven galo, que había cedido en sendas segundas rondas este año ante el rinconero, en Estoril y Roland Garros, ambas también en tierra y sin ceder un set, pero en Alemania llegó la revancha, en un ejercicio de paciencia ante el malagueño.
Davidovich pareció superior, pero se desesperó antes de la cuenta y acabó cediendo con sensaciones extrañas en un duelo que se fue a las tres horas, más un parón de más de veinte minutos por lluvia en el segundo set. El rinconero despide así la temporada de tierra para pensar ya en los Masters 1.000 de Toronto y Cincinnati y el US Open, ya en pista rápida y desde dentro de dos semanas.
¿Qué sucedió para verse superado por Van Aasche? Nada hacía pensar en la derrota después de una primera manga en el que Davidovich fue superior en los momentos importantes. Tras ponerse un 'break' arriba, salvó cinco bolas de ruptura, incluyendo la vuelta de su saque de cuchara, en un juego interminable y tuvo ya bola de set con 5-2, aunque tuvo que esperar unos minutos.
Era un duelo de intercambios largos desde el fondo, en el que se imponía la experiencia de Davidovich ante un rival que este año ha emergido ya en el 'top 100' y ganado dos Challengers (los de Pau y San Remo), pero que empezó a complicarse al inicio del segundo set. Cuatro errores del tenista afincado en Fuengirola le colocaron con 0-2 en contra, y la lluvia llegó justo cuando estaba a punto de devolver la igualdad, con 1-2 y 30-40.
'Aces': 5/6
Dobles faltas: 1/2
Primeros saques dentro: 61/54%
Puntos ganados con primer saque: 72/71%
Puntos ganados con segundo saque: 43/53%
Puntos de 'break' convertidos: 2-10/2-13
Total de puntos ganados: 116/121
Davidovich entonces empezó una disputa estéril con el juez de silla en relación al estado de la pista en un fondo, que aseguraba que resbalaba en exceso, pero el juego se reanudó y al cabó de varios juegos logró el 'break' para empatar (4-4). Dispuso de bola de 6-5 y saque, pero no la convirtió y se llegó a un 'tie break' en el que estuvo siempre a remolque.
Ni entonces se podía temer de forma fundada por el resultado, pero el malagueño ya se había descentrado con el juez en el punto de set, de forma infundada, y solicitó un descanso largo (un 'toilet break') del que no pareció regresar muy concentrado. Salvó un 0-40 nada más reanudarse el juego, pero al turno siguiente al saque llegó el quiebre que decantó definitivamente el pulso. Ya cerca de las tres horas de juego, las fuerzas escaseaban, y se impuso la fe de Van Assche, que sólo tuvo que salir airoso de un punto de 'break' para cerrar su triunfo más importante en el ATP Tour, sus primeros cuartos de final.
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