Davidovich sucumbe a una batalla de tres horas ante Thompson en Atlanta

La paradoja ha sido ver esta semana una de las mejores versiones de este año del tenista malagueño, que llegó este viernes a los cuartos de final sin haber cedido su servicio, después de su renuncia olímpica. Durante más de tres horas planteó una durísima batalla ante Jordan Thompson (41º), pero nadó para morir en la orilla: 6-7 (5), 6-4 y 4-6, en una muy buena actuación, pero insuficiente en un torneo cuyo cuadro invitaba a soñar con su segunda final ATP y, por qué no, incluso con su primer título, con la derrota del primer favorito, Ben Shelton y con muchos tenistas presentes en la cita parisina.

Davidovich, con menos horas de descanso que Thompson, que había superado en la madrugada de este viernes en España a Reilly Opelka en dos sets (doble 7-5), venía de un esperanzador 1-1 en el cara a cara contra el de Sydney, y con una victoria en el último precedente, también en dura, en Amberes en 2021.

Thompson, al que se ha podido ver en Málaga en las dos últimas Finales a 8 de la Copa Davis con el equipo australiano, es un tenista muy peculiar, que no brilla tanto en tierra ni en hierba como lo hace en pistas duras. Sometió a Davidovich en muchas fases del partido. Su movilidad es excelente y la profundidad de sus golpes. De hecho, sólo sufrió un 'break', el de la segunda manga, y se jugaron muchos menos puntos con sus turnos al servicio que con los de su oponente (96 frente a 113).

Aun con esas fue digno de encomio la labor de resistencia de Davidovich. Vista su semana en Atlanta, no habría sido fácil deducir que hasta un mes parado por una lumbalgia sufrida en Queen's y que no la ha permitido jugar en Eastbourne ni en Wimbledon. El rinconero tuvo que pedir que se le tomara la tensión en un intermedio, con síntomas de fatiga tras el séptimo juego en un inicio de partido de un ritmo arrollador, con una rotura mutua de saque. Del 1/1 en puntos de 'break' del malagueño al 1/9 del tenista de Sydney. Y se llegó a una 'muerte súbita' igualadísma. Davidovich dilapidó un 4-3 y un 'mini break' con una derecha larga en la que no estaba exigido y una doble falta, y de ahí a remar cuesta arriba todo el partido.

En el segundo set no perdió pie y sacó partida del único turno al resto con opciones (tras un 15-40), cuando Thompson empezó a colocar más 'aces'. Y en el tercero, un reto puro de resistencia, hasta que Thompson rompió en el octavo juego. Fue el 'game over', aunque Davidovich no entregó la cuchara hasta el último punto en el cierre. La gira norteamericana seguirá la próxima semana en el ATP 500 de Washington (con otra 'wild card') y con los Masters 1.000 de Montreal (en el que tendrá que defender 360 puntos, tras las semifinales de 2023, lo que le puede llevar a caer muchos puestos en el 'ranking') y Cincinnati, antes del US Open.